3 claves esenciales para los empleos circulares tras la pandemia de COVID-19
El think tank Circle Economy, recientemente publicó una visión de lo que la economía circular puede significar en el mejor de los casos para el trabajo y el sustento de las personas. La empresa social con sede en Amsterdam comenzó hace varios años a explorar más el ángulo social de la circularidad, sabiendo que dos palabras mágicas, "creación de empleo", tienden a hacer girar las cabezas.
Su último informe, Empleos y habilidades en la economía circular, salió en marzo justo cuando el coronavirus estaba dejando su huella en el hemisferio occidental. El informe estaba previsto originalmente para poner en marcha una Iniciativa de Empleos Circulares con eventos en Amsterdam, Nueva York y Bruselas. Resulta que esta visión progresista para la creación de empleos en la economía circular parece aún más urgente y relevante a la luz de la pandemia COVID-19 y su latigazo económico.
Cirle Economy divide los trabajos circulares en tres categorías: Los empleos circulares "básicos" incluyen el trabajo en energía renovable, los desechos y la reparación, y la gestión de los recursos. Estos incluyen técnicos de reparación, asesores agronómicos y operadores de procesos de materiales. Los empleos "habilitantes" proporcionan una capa de apoyo que ayuda a acelerar los empleos básicos, como los ingenieros de equipos, los administradores de información sobre edificios y los profesionales de las adquisiciones. Por último, entre las funciones "indirectas" figuran los trabajos en la educación, la logística y el sector público, incluidos los servicios de enseñanza y entrega. Estas son las principales estrategias que se defienden en el informe.
1. Mantener la capacidad de construir habilidades laborales
Se necesita una formación y educación laboral circular para "capacitar y volver a capacitar" a la fuerza de trabajo, con acceso para todos. Un cambio de mentalidad debe recompensar los campos y ocupaciones que ayuden a preservar los recursos naturales, haciendo desaparecer las convenciones y difuminando las líneas entre la llamada mano de obra calificada y la no calificada. "Las habilidades blandas para colaborar entre sectores y las habilidades relacionadas con el servicio serán tan importantes como las habilidades duras para programar, operar y reparar el equipo", dice el informe.
Dufourmont añadió que las crisis relacionadas con fuerzas radicales como el cambio climático, incluida la pandemia COVID-19, hacen especialmente necesario que las empresas garanticen la adaptabilidad y la capacidad de recuperación.
2. Asegurar un trabajo de calidad
Los trabajos circulares deben ser de alta calidad y seguros, con un salario justo y seguridad laboral. La gente debe pensar más allá de los trabajos "sucios" más físicos que a menudo se estigmatizan, como la clasificación de los reciclables a mano. Actualmente, las protecciones para los trabajadores son inadecuadas (y no sólo dentro de las economías de alto riesgo que rebosan en los montones de basura o en las obras de construcción del mundo en desarrollo). También se trata de la total falta de ingresos constantes y de las protecciones inherentes a la economía del gigantismo. Estos "trabajadores de plataforma" pueden ser habilitados por la tecnología digital de alto brillo, pero apenas se benefician de ella.
Idealmente, cualquier tipo de trabajo debe pagar bien, ser seguro y ofrecer un desarrollo continuo para la persona que lo realiza. Las empresas deben valorar más el capital humano y el ingenio, y permitir la negociación colectiva. Es fundamental comprender las experiencias de los trabajadores, mirando primero tanto a los sectores menos regulados como a los incipientes.
3. Fomentar las oportunidades de inclusión
Un "mercado laboral inclusivo" debe ofrecer oportunidades para todos, independientemente de los niveles de cualificación, incluidos aquellos cuyas especialidades corren el riesgo de quedar obsoletas. El género, el origen étnico, la situación de inmigración, el nivel de habilidad y la ubicación no deben determinar quién disfruta de un trabajo gratificante. El éxito de los trabajadores de la información de cuello blanco no se filtrará a los demás sin un esfuerzo concertado entre las empresas y los encargados de formular políticas.
Sólo porque el trabajo sea circular no significa que sea mejor. Los numerosos puntos ciegos en las cadenas de suministro globalizadas hacen difícil comprender cómo los flujos de materiales, incluidos los desechos, afectan a las personas en todo el planeta. Además, dejar a las comunidades desatendidas fuera de la conversación también amenaza con desviarlas de las posibilidades positivas de una transición circular.
En definitiva, a la luz de la pandemia COVID-19, ahora parece ser el momento de crear una fuerza de trabajo circular adaptable, segura y motivada que opere dentro de sistemas más resistentes, incluyendo las cadenas de suministro.
La novedosa crisis del coronavirus ha dejado al descubierto algunos agujeros enormes en las cadenas de suministro globalizadas, ya que los hospitales carecen de equipo de protección personal y los estantes de los supermercados están desprovistos de papel higiénico y pasta. Con vistas a futuros trastornos, Dufourmont cree que muchos trabajos circulares se centrarán en el ámbito local. Si las enfermeras y los médicos de los Estados Unidos no pueden obtener mascarillas o ventiladores adecuados, en parte debido a los embotellamientos en la distribución de los proveedores extranjeros, ¿por qué no reubicar más fábricas cerca de los consumidores? "Existe un potencial para que la economía circular mantenga nuestra sociedad saludable en este tipo de crisis", dijo Dufourmont.