3 oportunidades para la sostenibilidad empresarial tras la pandemia de COVID-19

Mientras el mundo se prepara para lo que podría ser lo peor de la pandemia de coronavirus, tenemos que pensar también en cómo saldremos del otro lado de esto. Puede ser instintivo volver al "statu quo" ante tan pronto como sea posible. Comparado con nuestra situación actual, representa seguridad, salud y prosperidad, y sólo entonces podríamos volver a revisar lo que hay que cambiar. Hoy en día, el "statu quo" de hace sólo unas semanas puede parecer relativamente estable, pero entonces sabíamos que no era sostenible para las sociedades y economías resistentes y prósperas. Por lo tanto, todos nosotros (incluida la comunidad empresarial) debemos considerar lo que sucede al salir de esta crisis.
En este momento, las empresas están respondiendo al llamamiento para adoptar un enfoque socialmente responsable, orientado a un propósito y responsable públicamente ante todas las partes interesadas (empleados, proveedores y comunidades) además de los accionistas. Puede parecer inapropiado pensar en la sostenibilidad a largo plazo en estos tiempos de emergencia, pero la lente a través de la cual nos vemos obligados a tomar medidas urgentes en este momento es la que los líderes empresariales pueden utilizar para garantizar que la prisa por resolver una emergencia no acelere el inicio de otra. Que éste sea el comienzo, no el punto culminante, de un viaje de transformación empresarial, para que una vez que la sociedad esté más allá de las amenazas inmediatas, pasemos a un enfoque renovado del capitalismo.
En tiempos normales, los profesionales de las empresas sostenibles innovadoras me dicen cuánto más les gustaría hacer, pero afirman que no pueden hacerlo porque están obligados a cumplir los mandatos limitados que les dan sus inversores, los encargados de diseñar políticas y sus clientes. La crisis de COVID-19 ofrece tres oportunidades a las empresas que desean ampliar sus mandatos para lograr un futuro más sostenible y próspero:
1. Cambiar los modelos de negocio mientras el mundo se replantea lo que importa
Hace tres años, Simon Wolfson, CEO de la tienda de moda británica Next, dijo: "Estamos perdiendo ventas porque la gente no quiere comprar más cosas". A finales de 2019, las principales empresas mundiales como Ikea y H&M estaban explorando modelos de negocio que obtendrían beneficios de la reparación, la reventa y los servicios. En 2020, podemos ver que quedarse en casa para mitigar la propagación de COVID-19 lleva a la gente a reconocer que la satisfacción no proviene de lo que compra, sino de los servicios y las experiencias. Así pues, en lugar de salir de la crisis duplicando las pautas de consumo y los modelos empresariales anteriores a la crisis, la crisis presenta la oportunidad de pasar de vender más cosas a más personas a prestar servicios, revender productos de propiedad anterior y crear nuevos tipos de empleos. Si alguna vez hubo un momento para duplicar el viaje de una economía lineal a una circular, es ahora.
2. Enfatizar lo social en la Responsabilidad Social Corporativa
Sabemos que los más vulnerables sufren de manera desproporcionada en tiempos de crisis. Desde el punto de vista empresarial, esta división es evidente en la desigualdad entre inversores y empleados, clientes y agricultores, gerentes de oficina y obreros, y entre los proveedores de servicios esenciales (como los trabajadores sanitarios y los empleados de supermercados) y los proveedores de productos de lujo. Pero en paralelo, la crisis pone de relieve la interdependencia de todos nosotros, dejando tan claro que el comportamiento de una persona afecta al bienestar de otra. Los modelos comerciales que no protegen los ingresos y la salud de todos los trabajadores hacen que los miembros más pobres de la sociedad no sólo sufran más, sino que también sean incapaces de aislarse, lo que para muchos es un lujo inasequible. Los principios de la gobernanza ambiental, social y empresarial (ESG) son más relevantes que nunca, con un énfasis en el componente social. Si alguna vez hubo un momento en que las empresas demostraron su compromiso con la salud, la seguridad y la prosperidad de todas las partes interesadas abordando la desigualdad del modelo empresarial, es ahora.
3. Invertir en las cadenas de suministro
La importancia y la fragilidad de las cadenas de suministro mundiales es más evidente que nunca. Como señala la Red de Objetivos Científicos (SBTN) en su llamamiento a la acción para las empresas, éstas deben dar prioridad a la cartografía de la "cadena de valor y evaluar el riesgo para el agua dulce, la biodiversidad, los ecosistemas y los océanos en los lugares de mayor impacto". Gracias a los esfuerzos por establecer objetivos de alcance 3 en el marco de la iniciativa de objetivos basados en la ciencia (SBTi), sabemos que comprender las cadenas de suministro, disponer de datos exhaustivos y precisos y conseguir la participación de los proveedores mundiales es complejo y difícil, pero esencial para la mitigación del cambio climático. Una crisis sanitaria mundial pone de manifiesto los mismos retos y vulnerabilidades extremas. Si queremos que las cadenas de suministro sean más resistentes para cualquiera de las dos situaciones, las empresas deben comprenderlas mejor y apoyarlas. Si alguna vez hubo un momento en el que había que poner atención y recursos en las cadenas de suministro para garantizar ecosistemas de cadenas de valor más fuertes y resistentes, es ahora.