5 ideas originales para reutilizar el papel de regalo acumulado estas Navidades
Nos hemos esforzado por tener un árbol de Navidad más sostenible, sin matar un abeto ni comprar uno sintético, y propuesto cocinar un menú festivo menos despilfarro de comida. Ahora nos queda otro reto: hacer lo posible para que toda la parafernalia navideña no acabe en el vertedero o, en el mejor de los casos, en el cubo de reciclaje, donde terminarán nada menos que 873 millones de kilos de papel y cartón esta Navidad, según los datos de ASPAPEL.
Una vez finalizada la acumulación de festivos más esperada del año, nos encontramos con un montón de papel ya usado. ¡No lo tires! Aquí van algunas ideas para reciclarlo.
1. Reutilizarlo en otros regalos
En general, reutilizar siempre resulta una opción más amable para el planeta que reciclar, un proceso que exige desplazar los residuos a las plantas de tratamiento (con las emisiones correspondientes), además del gasto de energía y de productos químicos, y los residuos propios que dicho tratamiento genera.
La idea es sencilla: cuantos más usos podamos darle a un mismo papel de regalo, mejor. Para ello, lo primero, es intentar tener cuidado cuando desenvolvamos el regalo, para destrozar el papel lo menos posible; de este modo, podremos reutilizar, el año que viene, todo lo que logremos salvar. Un pequeño truco: en general, si tenemos cuidado, nos basta con cortar los bordes que puedan haberse rasgado. Después, funciona bastante bien volver a enrollarlo en un tubo de cartón para guardarlo, y evitar que se formen arrugas. De hecho, la inmensa mayoría de los papeles de regalo pueden volver a usarse, siempre que no los hayamos estrujado y hecho una bola.
2. Forrar cajones
Uno de los más sencillos es utilizarlo para forrar nuestros cajones (escritorio, cómoda, aparador...). No solo estaremos protegiendo la madera del mueble: además, cada vez que los abramos nos daremos un bonito respiro de brillo navideño.
3. Decorar cajas de vino o fondos de estanterías
Una caja de vino de madera vacía puede transformarse en un bonito estante para la pared. Podemos usarla tal cual, y colgarla de unas escarpias o un gancho. Pero queda más resultona, si antes forramos el fondo de la caja de vino con un trozo de papel bonito que nos haya sobrado: basta con recortarlo a la medida y pegarlo con un poco de cola blanca. Solo queda que llenemos la caja de libros o de objetos decorativos, como un jarrón chulo. Y la misma idea sirve para darle una nueva vida a una estantería tristona: si forramos su fondo, el papel le dará otro aire.
4. Hacer sobres y etiquetas personalizadas
Los trozos más pequeños de papel pueden convertirse en bonitas etiquetas para otros regalos o transformarlos en sobres decorativos. Pueden hacerlo los más pequeños de la casa como manualidad.
5. Darle vida a una bandeja sosa
Esa bandeja lisa y un poco ajada que ya tiene unos años puede revivir forrándola con un papel bonito. Para hacerla más resistente al uso, conviene proteger el papel. Es sencillo: un poco de forro transparente adhesivo para libros bastará para que podamos usarla normalmente durante mucho tiempo.
[Este contenido procede de El Diario. Leer el original aquí]