El Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, el Programa Explora Biobío y la Dirección de Extensión de la Universidad de Concepción, invitan al Café Científico: “Biomateriales: alternativas sustentables al mundo de plástico”, el próximo jueves 10 de julio a las 19:00 horas en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción.

Este café, inserto en el marco de la 1ra Escuela de Invierno UdeC "En invierno la Fiesta es del Conocimiento", contará con la participación de la Dra. Saddys Rodríguez, del Centro de Investigación de Polímeros Avanzados CIPA y el Bq. Sergio San Martín, investigador del Grupo Interdisciplinario de Biotecnología Marina GIBMAR-CBUdeC.

Los biomateriales, o materiales de base biológica, son producidos total o parcialmente a partir de biomasa, es decir, de plantas terrestres y marinas, y en menor medida, de residuos orgánicos. Materiales tradicionales de base biológica son la madera tradicional, papel y textiles, sin embargo, desde hace unos años investigadores han desarrollado nuevos materiales de base biológica, como resinas, químicos, envases, lubricantes, papeles bioactivos, materiales compuestos, productos farmacéuticos y cosméticos.

Entre los desafíos que enfrentan estos biomateriales, se cuentan el costo de producción de los mismos para que puedan competir con los plásticos sintéticos, pero además, el poder ser más sustentables que los actuales materiales basados en petróleo, usados en un sinfín de actividades humanas y que demoran cientos de años en degradarse una vez que son desechados. De hecho ningún humano ha logrado ver la total degradación de un plástico, puesto que ninguno ha cumplido más de 150 años.

Los biomateriales pueden provenir de distintas fuentes, como cáscaras de tomate, algas y biomasa forestal, con el objetivo de producir nuevos polímeros con propiedades mejoradas. Por ejemplo, las algas se han convertido en candidatas ideales para ser la base de estos nuevos materiales, debido a la factibilidad de producir plásticos bioactivos y biodegradables y ser utilizadas en la manufactura de papel. Más aún, el hecho de que Chile cuente con una costa de 4.000 km y buenas condiciones ambientales para su producción, podrían entregar mejores condiciones a las personas que viven de su comercialización en numerosas comunidades costeras del país.