Andalucía impulsa una línea integral para la gestión de residuos de la horticultura
La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, y el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, han informado al Consejo de Gobierno de las nuevas medidas de apoyo a la gestión de restos vegetales en la horticultura, que permitirán el aprovechamiento de una media anual de 1,4 millones de toneladas en Andalucía. El objetivo es promover un salto cualitativo del sector de la agricultura intensiva hacia una economía circular.
Las políticas diseñadas en esta materia facilitarán recursos del Programa de Desarrollo Rural y del marco de fondos europeos 2014-2020 con líneas de apoyo financiero y técnico para pasar del actual sistema de pocas y grandes instalaciones de tratamiento a otro basado en una red de plantas intermedias y puntos de recogida, con gestión independiente y facilidad para el transporte. Entre otras medidas, se respaldará a los agricultores para la adquisición de equipamiento de triturado y autocompostaje en las propias explotaciones; la sustitución de la rafia plástica de los invernaderos por material biodegradable, y la reutilización de los restos para incorporar materia orgánica al suelo.
Las actuaciones, en colaboración con productores y gestores, también incluyen la agilización de trámites administrativos, la elaboración de una norma técnica reguladora del sistema de reutilización y el impulso a las actividades de investigación, formación, divulgación y transferencia de resultados. Se plantea así una solución integral basada en la colaboración público-privada que da una respuesta económica, ambiental y social a la gestión de los restos vegetales, poniendo a disposición de los agricultores y entidades gestoras una serie de ayudas para todo el proceso, desde la generación del residuo hasta su acopio, transporte y aprovechamiento.
BIOECONOMÍA
Las medidas presentadas en el Consejo de Gobierno se enmarcan en la Estrategia Andaluza de Bioeconomía, destinada a impulsar el aprovechamiento integral de restos y recursos de los sectores agroalimentario, pesquero y forestal, cuya tramitación se inició el pasado mes de julio.
Andalucía ocupa actualmente el primer lugar nacional en biocombustibles y biomasa térmica, que toman como materias primas los restos vegetales y subproductos de la actividad agraria, especialmente del olivar. En el primer ámbito la región cuenta con 11 plantas operativas, siete de ellas de biodiésel, mientras que en el segundo la potencia térmica instalada alcanza los 1.589,5 megawatios. A ello se suman 18 plantas de biomasa vinculadas a residuos agrícolas de invernaderos o viñedos y las 17 instalaciones de biogás ubicadas en vertederos y depuradoras de aguas residuales.
Asimismo, la comunidad ha sido una de las seis regiones seleccionadas este año por la Comisión Europea para mostrar la vía de este tipo de actividad productiva, que a escala continental ya genera un negocio anual de 2.000 millones de euros y el 9% del empleo total de la Unión. Sólo en el ámbito del aprovechamiento energético, Andalucía cuenta con un potencial total de 3.958 kilotoneladas equivalentes de petróleo anuales (el consumo de más de 800.000 personas en un año).
De acuerdo con datos de la Comisión Europea, por cada euro invertido en investigación e innovación en bioeconomía se generarán 10 de valor añadido en el horizonte del año 2025. El ahorro de costes de gestión de residuos alimentarios se cifra en 55-90 euros por tonelada, mientras que su adecuado aprovechamiento evita la emisión de 170 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.