Aspectos clave en el desmantelamiento parcial de parques eólicos marinos: responsabilidad residual y compensaciones por pérdida de biodiversidad

Los parques eólicos marinos son un componente importante de la infraestructura y el desarrollo de las energías renovables en Europa. En 2023, los parques eólicos marinos de la UE tenían una capacidad total de más de 30 gigavatios (GW), y la Estrategia de la UE sobre Energías Renovables Marinas ha establecido objetivos para aumentar esta cifra a 60 GW para 2030 y a 300 GW para 2050. Sin embargo, los primeros parques eólicos instalados ya están llegando al final de su vida útil prevista de 20 a 30 años.
Las directrices actuales, como el artículo 60 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y la Decisión 98/3 de la Comisión OSPAR, indican que el desmantelamiento debe implicar la retirada completa de todas las instalaciones en el fondo marino. Esto también se especifica en la legislación nacional de algunos territorios.
Sin embargo, existe un debate en curso sobre las posibles ventajas de la retirada parcial, dejando algunas estructuras en el lecho marino. Los beneficios del desmantelamiento parcial podrían incluir la reducción de costos, la preservación de los ecosistemas que se han desarrollado alrededor de las estructuras artificiales y la prevención de futuras actividades que perturben el lecho marino, como la pesca de arrastre o el dragado.
Esta investigación destaca la necesidad de regulaciones claras y responsabilidades definidas, de modo que las mejores opciones para el desmantelamiento puedan considerarse con antelación, en lugar de cerca de la fecha prevista. Sin embargo, los investigadores también reconocen que los métodos de desmantelamiento preferidos actualmente pueden quedar obsoletos y cambiar en función de las actitudes sociales y los hallazgos ecológicos. Una toma de decisiones inclusiva, con la participación de las partes interesadas, puede guiar una gobernanza adaptativa y holística.
En los Países Bajos, está previsto que se desmantelen en un futuro próximo dos parques eólicos marinos.
Egmond Aan Zee (para 2027) y Prinses Amalia (para 2028). La legislación neerlandesa exige que el propietario del parque eólico presente un plan de desmantelamiento al gobierno neerlandés, lo que implica dejar el emplazamiento en un estado similar al anterior.
Los investigadores realizaron entrevistas individuales con 19 actores involucrados en el desmantelamiento, entre ellos, autoridades reguladoras, representantes de la industria eólica y otros usuarios del Mar del Norte, incluyendo grupos de conservación de la naturaleza e investigación.
Los investigadores informan de diferencias significativas en las expectativas entre los grupos de interesados, incluyendo diferencias en la interpretación de lo que implica el desmantelamiento completo, lo que dificulta las acciones de planificación. Por ejemplo, los operadores y contratistas informaron de objetivos variables para la profundidad de remoción de los monopilotes (entre dos y cinco metros), a pesar de que la legislación establece explícitamente la obligación de retirar todas las estructuras a 6 metros por debajo del lecho marino. También hubo incertidumbre sobre si el desmantelamiento completo también implicaría la eliminación de la protección contra la socavación (materiales colocados alrededor de los monopilotes en el lecho marino, para protegerlo de la erosión debido a los cambios en los patrones de flujo). Mientras tanto, señalan que si bien algunos interesados reconocen los beneficios potenciales del desmantelamiento parcial, otros han expresado su preocupación por la posibilidad de sentar un precedente y enfatizan las características "antinaturales" de estas estructuras. Los grupos ambientalistas argumentan que la restauración del entorno marino antes de la construcción de parques eólicos debería priorizarse sobre los "arrecifes artificiales de conveniencia", por ejemplo.
El estudio identificó 10 criterios de toma de decisiones como los más significativos para los encuestados, divididos en tres categorías:
- Ambiental: incluye cambios en la biodiversidad, alteración del hábitat y potencial de protección de la naturaleza;
- Económico: incluye el costo de desmantelamiento, las oportunidades de reciclaje de materiales, las implicaciones para la pesca comercial y los costos de responsabilidad;
- Social: incluye acceso futuro al océano, oportunidades recreativas y compatibilidad política.
En el ámbito ambiental, los investigadores reportan diversas preocupaciones sobre el valor de los ecosistemas que se establecen alrededor de los parques eólicos. Si bien estos albergan una mayor biodiversidad, según los investigadores, algunos expertos cuestionan si la protección de estos sistemas artificiales se considerará una alternativa a la protección o restauración de sistemas naturales más valiosos en otros lugares. Argumentan que la resolución de estas cuestiones depende de una comprensión clara de los objetivos detallados de protección de la naturaleza, así como de las políticas de áreas protegidas.
Tanto en la categoría económica como en la social, los costos de responsabilidad civil se consideraron un problema crítico, según los investigadores. Afirman que actualmente no está clara la atribución de responsabilidad por pérdidas, daños o lesiones causadas por estructuras abandonadas tras el desmantelamiento parcial. Los operadores se mostraron reacios a considerar el desmantelamiento parcial sin resolver este problema. Los gobiernos también parecen poco dispuestos a asumir la responsabilidad civil, señalan los investigadores, lo que sería esencial para que los operadores revisaran su postura.
Los investigadores presentan cinco recomendaciones para adoptar un enfoque flexible y participativo en las decisiones de desmantelamiento. Estas son:
- Comience a planificar el desmantelamiento con tiempo suficiente;
- Integrar a las partes interesadas en todo el proceso;
- Acordar qué tipos de ecosistemas asentados en parques eólicos marinos son más “valiosos” o “deseados”;
- Considerar cuestiones posteriores al desmantelamiento, tales como responsabilidades y obligaciones;
- Tomar decisiones caso por caso e incorporar las lecciones aprendidas.
Los investigadores señalan que un cambio hacia un desmantelamiento parcial requeriría cambios legales que probablemente tardarán varios años. Por lo tanto, es improbable que sea una opción para los dos parques eólicos objeto de este estudio. No obstante, la realización de proyectos piloto en estos emplazamientos podría brindar la oportunidad de adquirir experiencia práctica que sustente futuras decisiones de gestión. También destacan la importancia de las cuestiones de responsabilidad posteriores al desmantelamiento. Indican que estas cuestiones deberían aclararse antes de poder tomar decisiones definitivas.
Los investigadores describen el tema como un problema complejo: tan complejo y dinámico que puede no estar claro cuál constituiría una solución satisfactoria. Sugieren que el análisis de decisiones multicriterio podría ser un enfoque valioso para tales decisiones y destacan los 10 principios para la gestión marina propuestos por Elliot (2013) como un marco útil en este contexto.
Los investigadores destacan varias áreas clave que deben considerarse para avanzar en el debate actual. Estas incluyen:
- Crear oportunidades para casos de prueba de desmantelamiento parcial con el fin de obtener experiencia práctica y datos sobre este escenario;
- Aclarar la información necesaria para evaluar cada criterio, como indicadores, mediciones y fuentes de datos;
- Lograr una mayor claridad en las cuestiones de responsabilidad;
- Garantizar que los marcos de toma de decisiones sean adaptativos y participativos para que sean ampliamente aplicables e inclusivos.
[Este contenido procede de European Comission Lee el original aquí]