Bahía contaminada y repleta de basura para los JJOO de Brasil
La bahía de Guanabara de Río de Janeiro, que albergará las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos de 2016, está constantemente en el punto de mira por la suciedad de sus aguas, y ahora ha sido una pareja de regatistas la que ha dado la voz de alarma después de sufrir un accidente por culpa de la basura.
Los regatistas profesionales Breno Osthoff y Rafael Almeida Sampaio navegaban el pasado mes de febrero con un velero de clase olímpica a 10 nudos -cerca de 20 km/h-cuando tuvieron un fuerte impacto contra una caja de plástico, lo que provocó el viraje de la embarcación, según relata el diario 'O Globo'.
"Desgraciadamente encontrar basura en la bahía de Guanabara es frecuente. En todas las regatas, en los últimos dos años, me he topado con algún tipo de basura, desde una bolsa de plástico hasta grandes trozos de madera. Tristemente esa es nuestra meta olímpica", explica Osthoff, que tuvo que desembolsar 1.600 dólares para reparar su barco.
Al margen del perjuicio medioambiental los deportistas critican el efecto que la basura puede tener en las competiciones o incluso para la integridad física de los atletas, que debido a los golpes pueden sufrir accidentes serios: "Después de un accidente así varios atletas ya te han adelantado y difícilmente podrás volver a tu posición. Si hablamos del nivel olímpico, donde compiten los mejores del mundo, es algo inaceptable", asegura Osthoff.
El precario estado de la bahía de Guanabara es el principal dolor de cabeza de los organizadores de Río 2016: tras décadas de abandono la bahía que abraza el área metropolitana de la ciudad tiene sus aguas negras y unos niveles de contaminación altísimos, a pesar de que las autoridades se comprometieron a limpiar el 80% de la bahía cuando Río fue designada sede olímpica.
Años después ese compromiso está lejos de realizarse, y los esfuerzos de última hora del Gobierno del Estado de Río de Janeiro no parece que vayan a funcionar; sólo tres de las 14 barreras de recogida de basura están activas y los diez 'ecobarcos' que recogen residuos flotantes hace un mes que no trabajan porque los trabajadores no cobran desde hace cinco meses.
Ahora las tareas se centran en limpiar, al menos, el campo de regatas olímpico. Para ello se está construyendo una galería próxima a la Marina da Glória -el puerto deportivo- para desviar las alcantarillas que desembocan directamente en la playa de Flamengo, muy cerca de donde tendrán lugar las competiciones. La intención es que la situación haya mejorado levemente de cara a los eventos test para las Olimpiadas que tendrán lugar en agosto de este año.