Bio-residuos florales del azafrán pueden utilizarse como alimentos
Jéssica Serrano Díaz investigadora de la Universidad de Castilla-La-Mancha ha desarrollado la valoración de los bio-residuos florales, obtenidos de la producción del azafrán especia que contribuye a la generación de nuevos productos alimentarios partiendo de las flores del azafrán (Crocus sativus).
Esta investigación está enmarcada dentro del proyecto regional "Valorización de los bio-residuos de la producción mecanizada de azafrán, mediante la obtención de ingredientes alimentarios y la aplicación farmacológica de sus extractos como compuestos bioactivos".
Según un comunicado de la UCLM, dicha investigación está financiada por el Fondo Social Europeo (FSE) la Junta de Comunidades de Castilla-León y los fondos FEDER.
Según el trabajo de la investigadora, los bio-residuos florales que se obtienen al separar el estigma de las flores para producir azafrán especia, suponen más del 90% en masa, por lo que para desarrollar la investigación hubo que realizar una caracterización de la composición nutricional de las flores de azafrán, y se evaluaron sus propiedades antioxidantes.
Mediante análisis, los compuestos fenólicos se validaron para determinar su calidad química optimizando un procedimiento de conservación que no la deteriorase, preparando extractos de bio-residuos florales de diferente polaridad para determinar su efecto citotóxico (capacidad para destruir células). "Los resultados obtenidos de esta experiencia son el primer paso que prueba la seguridad de la aplicación alimentaria de los bio-residuos florales de azafrán", indica Jéssica Serrano.
Esta investigación ha sido fruto de una tesis doctoral defendida por Jéssica Serrano Díaz en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (ETSIA) de Albacete con mención 'Internacional', donde le otorgaron la máxima calificación 'Cum Laude".
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