Casi el 25% de los españoles afirma haber cambiado su estilo de vida por la crisis climática
El 24% de los españoles afirma estar haciendo “cambios radicales” en su estilo de vida para luchar contra la crisis climática, según la segunda edición de la encuesta sobre el clima 2020-2021 difundida recientemente por el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
El 80% considera que sus decisiones y sus acciones pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático, lo que sitúa a la ciudadanía española ocho puntos por encima respecto a las medias europea y estadounidense y cuatro puntos por debajo de la media en China. El número de encuestados que responden positivamente a esta pregunta ha aumentado de forma generalizada con respecto a 2019, con un incremento de tres puntos en la UE, siete puntos en Estados Unidos y doce puntos en China. Asimismo, los encuestados más jóvenes tienden más a creer que su comportamiento puede marcar la diferencia comparados con los entrevistados de más edad en Europa y en Estados Unidos, divergencia que no se da en China.
Por otro lado, los viajes en avión, comer carne, comprar ropa nueva o las plataformas de vídeo en streaming son algunas de las cosas a las que los españoles estarían dispuestos a renunciar para combatir la emergencia climática. Así, el 42% asegura que dejar de volar sería lo más fácil, mientras que el 33% confiesa que renunciar al coche sería la opción más difícil. En ese sentido, una vez que se levanten las restricciones relacionadas con el coronavirus, el 35% tiene pensado evitar volar por las consecuencias que tiene sobre el cambio climático y el 46% afirma que pasará las vacaciones en España o en un país vecino para minimizar las emisiones de carbono. No obstante, el 34 % de los españoles declara que volverá a viajar en avión como lo hacía antes de la pandemia.
Cuando se les pregunta sobre la COVID-19 y el transporte público, el 74% de los españoles asegura que son menos proclives a usar el transporte público porque les preocupa su salud y un 68% confiesa que le inquieta más contraer esta enfermedad que los impactos a largo plazo del cambio climático.
El vicepresidente del BEI, Ambroise Fayolle, ha asegurado que tras la COVID-19 surgirá la oportunidad de “dar un salto cualitativo en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y resiliente al cambio climático”. Según Fayolle, una recuperación ecológica podría ayudar “a acelerar la reducción de gases de efecto invernadero” que se necesita “de aquí a 2030”.
[Esta noticia fue publicada originalmente en EFE VERDE. Lee el original aquí]