Castilla y León impondrá un impuesto a Endesa e Iberdrola por los residuos radioactivos tras el cierre definitivo de Garoña

La Junta de Castilla y León promoverá cambios fiscales para que Endesa e Iberdrola (propietarias al 50% de la central nuclear de Garoña a través de Nuclenor) paguen, previsiblemente a partir de enero de 2018 cuando entre en vigor el próximo presupuesto, un impuesto por del depósito de residuos radioactivos que guardan las instalaciones.
El vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez afirmó que con la recaudación de este tributo se destinará a financiar un plan de empleo para los municipios afectados por el cierre de la central.
Se hará modificando el impuesto autonómico sobre afección medioambiental de producción y transporte de energía eléctrica que la Junta de Castilla y León creó en 2012 y que había excluido a la energía nuclear, pese a la sistemática petición de la oposición de que se incluyera a Garoña en este tributo en cada tramitación del presupuesto autonómico en las Cortes, que ha sido rechazada siempre por el PP.