Francia seguirá acogiendo residuos radiactivos de España
España seguirá pagando a Francia por almacenar parte de sus residuos nucleares (una cantidad que en 2018 ascendía a casi 75.000 euros diarios) después de que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) haya desistido de continuar con varios concursos del proyecto de almacén de residuos nucleares (ATC), paralizado por el Ejecutivo.
El ATC en Villar de Cañas (Cuenca) era el cementerio elegido para acoger los residuos de alta actividad (combustible nuclear gastado) generados por las centrales nucleares españolas, un proyecto que se ha paralizado tras la decisión de esta empresa pública de cerrar el concurso de obra civil que se abrió en 2014 bajo el mandado del PP. El proyecto estaba bloqueado desde julio de 2018, cuando el Gobierno paralizó la construcción del almacén de residuos en la localidad conquense para analizar detalladamente la situación y a la espera de la presentación de un nuevo Plan General de Residuos Radiactivos por parte de Enresa.
Hace escasos días fuentes de Enresa han confirmado (después de que fuera adelantado por el periódico El País) que el Consejo de Administración de Enresa ha decidido renunciar a los procesos de adjudicación de cuatro licitaciones relativas a la construcción del ATC, para los que había actuado como órgano de contratación. “Una vez finalizado el análisis de los aspectos, tanto técnicos jurídicos, se ha concluido que dada la obsolescencia del proyecto, la formalización de los contratos resultaría contraria al interés público”, han añadido desde la empresa pública.
“No obstante, la decisión final sobre el futuro del Almacén Temporal Centralizado y su emplazamiento no corresponde a Enresa. Cualquier actuación futura sobre el almacenamiento del combustible gastado y los residuos de alta actividad deberá estar alineada con las previsiones que se recojan en el nuevo Plan General de Residuos Radiactivos”, afirman. Las cantidades diarias que el Gobierno abona al país galo por almacenar los residuos de alta actividad de la central de Vandellós I durante 2018 y 2017 han sido de 74.887 y 73.044 euros respectivamente, según los datos recogidos en la memoria anual de 2018 de Enresa.
En España el combustible nuclear gastado en las centrales se almacena de dos maneras: en las piscinas de la propia instalación que lo ha producido, y en almacenes temporales individualizados (ATI) dentro de contenedores específicamente diseñados para refrigerar, confinar y mantener seguros estos elementos. Sin embargo, la mayor parte de los residuos radiactivos que se generan son de baja y media actividad, y su gestión se resuelve con el almacén centralizado localizado en El Cabril en Córdoba. España cuenta con siete reactores nucleares operativos, que son Almaraz I y II (Cáceres), Ascó I y II (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Trillo (Guadalajara) y Vandellós II (Tarragona), además de una fábrica de combustible nuclear en Juzbado (Salamanca).
En 2019, la energía nuclear volvió a liderar la producción en el sistema eléctrico español, al haber generado el 21,43 % de la electricidad neta total. Además, supuso el 36,22 % de la electricidad generada en España sin emisiones.