La compañía cervecera DB Breweries produce "Brewtroleum": biocombustible que aprovecha los sobrantes de levadura y de grano de la producción de cerveza.

DB Breweries es de origén holandés y opera en Nueva Zelanda. Entre sus productos están las marcas Heineken o Murphy's. En DB Breweries detectaron la enorme cantidad de residuos generados en el proceso de producción de cerveza y contactaron con la petrolera australiana Gull resultando que esos residuos pudieran ser transformados en un biocombstible de 98 octanos apto como carburante de automóviles.

Este carburante ha sido bautizado como E10. Su proceso de producción es simple: primero la cervecería destila los residuos generando etanol; Gull lo refina aún más y luego añade un 90% de gasolina premium por un diez por ciento de etanol dando lugar a un E10 listo para su exportación.

El E10 tiene incluso ventajas respecto de la gasolina convencional: según sus responsables ayuda a limpiar el motor del exceso de agua y sustancias corrosivas y emite un ocho por ciento menos de carbono con el mismo alto rendimiento de un combustible premium.