Cómo reciclar vidrio
El reciclaje de vidrio es muy sencillo y, además, es un modo de contribuir con la preservación de nuestro medio ambiente.
El reciclaje es un proceso para el tratamiento de los residuos, ya sea a nivel industrial o a nivel doméstico, mediante el que se logra volver a introducirlos en el ciclo de producción del producto en sí o de los materiales que lo componen. En este caso, el vidrio es un ejemplo de ello.
La fabricación de botellas nuevas de vidrio ilustra perfectamente este proceso. En un lenguaje corriente, la palabra “vidrio” sirve para designar un material duro, frágil, quebradizo o transparente. Gracias al reciclaje es posible ver como las botellas que son tiradas pueden ser, posteriormente, recuperadas y reutilizadas.
Para España, es fundamental que toda la población logre concienciarse de la importancia vital que implica reciclar. El reciclaje constituye una de las contribuciones más importantes que podemos realizar para ayudar a preservar el medio ambiente. ¿De qué modo? El reciclaje es una excelente forma de cooperar en la disminución de la cantidad de residuos que terminan en los vertederos, que se pierden incinerados o por otras vías. Además, estaremos colaborando para lograr que disminuya la contaminación.
Cuando se habla de reciclar, ya es conocida la famosa “estrategia de las tres R” porque reciclar implica:
- Reducir: la reducción está vinculada, en este caso, a la recolección de vidrio que se hará del modo más apropiado y no tirándolo en cualquier vertedero.
- Reutilizar: el vidrio recolectado es reagrupado y, más tarde mediante el proceso de transformación, es posible volver a utilizar vidrios que ya han sido usados con anterioridad.
- Reciclar: es el proceso de tratamiento de reciclado que reciben los materiales reciclables como, en este caso, el vidrio.
En realidad, el reciclaje no es nuevo. El reciclaje ha sido utilizado desde la Edad del Bronce. En aquel momento, los objetos utilizados en metal eran fundidos con el fin de recuperar ese metal para fabricar objetos nuevos. El arte y la forma de “hacer algo nuevo con lo viejo” han existido en todas las civilizaciones. Pero, la situación ha cambiado con el desarrollo progresivo, con la industrialización y con el consumo masivo. Por ello, en 1970, el reciclaje es puesto en primer plano, nuevamente, por los defensores del medio ambiente. La situación cambia progresivamente. Los consumidores ahora reaccionan frente a la etiqueta de “producto reciclable” que puede reconocerse gracias a su logotipo.
El proceso se hace común en la industria que se organiza para promocionarlo. Todo es muy sencillo. La recogida de los residuos domésticos se realiza a través de un “trío selectivo”. Tal como todos sabemos, existen tres contenedores de tres colores diferentes: los contenedores amarillos son para envases de plástico y latas, los contenedores azules son para papel y cartón y los contenedores verdes son para envases de vidrio.
Si bien la consigna del reciclaje de vidrio no es tan simple como parece porque exige mucha logística (transporte de botellas, cuidados especiales para no romperlas, separación por tipos de botellas o de frascos de vidrio para ordenarlos, etc.), la parte que nos concierne es muy simple: sólo debemos tener la precaución de tirar siempre los vidrios en el contenedor verde que son exclusivos para los envases de vidrio. De este modo, estaremos evitando que los vidrios vayan a parar a los vertederos.
El método que menos contaminación produce se remite a la clasificación de los residuos antes de tirarlos con el objeto de facilitar el proceso de su reciclaje. Reciclar vidrio no nos cuesta nada y estaremos haciendo algo para mejorar nuestro medio ambiente.
Formas de reciclar vidrio
Son muchas las personas que se preguntan “¿Todo lo que está hecho de cristal va al contenedor verde?” La respuesta es no. Hoy en día existen al menos 3 maneras muy diferentes de desemparejar y reciclar vidrio.
Pensar que el cristal es un sinónimo del vidrio es un error. Este último es un material cerámico inorgánico, transparente y amorfo, compuesto de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza. En cambio, el cristal contiene además óxido de plomo y otras peculiaridades en su composición. Entonces; ¿Qué 3 tipos de formas existen a la hora de reciclar vidrio?
RECICLAR EN EL CONTENEDOR VERDE
El contendor verde está presente en todos los puntos de reciclaje y ciudades de España. Si bien este tipo de depósito está destinado al reciclaje de vidrio, antes de nada debemos quitar aquellos materiales que no lo son: tapones de plástico, chapas o elementos decorativos. Lo contendores verdes sirven para almacenar:
- Botellas de vino, cerveza, refrescos, licores, zumos, etc.
- Tarros de alimentos como conservas, mermeladas, aceitunas, etc.
- Frascos de cosmética; colonia y perfumes
- Desodorantes o ambientadores
CONTENEDOR GRIS Y NARANJA
En los contenedores de color gris se depositan los residuos más numerosos en la gran mayoría de núcleos urbanos: los materiales biodegradables. Asimismo, el contenedor naranja se usan exclusivamente para reciclar material orgánico. No obstante, en ambos contendores se pueden depositar determinados elementos de cristal, siempre que no sea peligrosos:
- Bombillas convencionales
- Cristales procedentes de vajillas: todo tipo de vasos, copas, etc.
- Cristales planos que estén rotos pero no sean peligrosos, como por ejemplo: ventanas y espejos.
RECICLAR VIDRIO EN PUNTOS LIMPIOS
Algunos objetos como los tubos fluorescentes, cristales enteros de ventanas y espejos, termómetros o bombillas de bajo consumo, deberían ser llevados directamente a un punto limpio de tu ciudad, dado que pueden ser demasiado grandes o en muchos casos más contaminantes que los elementos comunes.
¿QUÉ PASA CON EL VIDRIO CUANDO LLEGA A UNA PLANTA DE RECICLAJE?
Una vez que el vidrio llega a la planta de reciclaje, el desecho pasa por un procedimiento selectivo en el cual se eliminan algunos elementos extraños como las etiquetas, los tapones o las chapas de embotellamiento. Después, se dividen por composición química y por olor, donde los más comunes son los vidrios transparentes, verdes y marrones. No obstante, el proceso es más complicado de lo que parece, ya que se deben diferenciar varios tipos de vidrio, ya sean de composición especial, sin plomo, u de otras texturas derivadas como las ventanas o los parabrisas de los coches.
Una vez hecho esto, el vidrio es triturado en molinos y pasado por imanes (para retirar cualquier tipo de impurezas metálicas adheridas) hasta formar el llamado “calcin”, un material líquido que antes de ser enviado a múltiples empresas de producción, se mezcla con sosa, caliza y arena a temperaturas de 1.600 grados.
En ocasiones, el vidrio también puede ser reciclado sin necesidad de romperlo o fundirlo, ya que es higiénico y muchas de las botellas pueden pasar por un proceso de saneamiento para volver a ser reutilizadas. Para que nos hagamos una idea del ahorro energético que supone reciclar, por cada envase que llevas al contenedor verde estás generando la energía necesaria para mantener un televisor encendido durante 3 horas o más.
El blog Verde