Delfines del Mar de Alborán ven afectado su cerebro por restos de retardantes de llama
Un estudio internacional con participación española ha descubierto que los retardantes de llama y algunos compuestos biológicos son capaces de traspasar la barrera hematoencefálica en algunos cetáceos y penetrar en su cerebro. La barrera hematoencefálica, la cual evita que algunos compuestos tóxicos lleguen a los receptores del sistema central, con estos contaminantes no es suficientemente efectiva.
Los retardantes de llama son compuestos usados ampliamente en la industria textil, tecnológica o inmobiliaria. Los llamados PBDE, contaminantes clásicos, se prohibieron debido a que eran muy dañinos y por su elevado nivel de persistencia en el medio ambiente. Se sustituyeron por retardantes de llama llamados emergentes, pero tanto unos como otros pueden penetrar en el cerebro de los delfines e incluso Ethel Eljarrat Esebag, investigadora del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y coordinadora del estudio, indica que “Podría ocurrir que los nuevos retardantes fueran aún más nocivos que los ya prohibidos PBDE” así como, refiriéndose a la barrera hematoencefálica de los cetáceos: “De no ser por esta barrera, muchas sustancias nocivas llegarían al cerebro afectando su funcionamiento”
El estudio fue posible al estudio de los cerebros de delfines encontrados muertos en playas de Andalucía. Se empleó una muestra de 26 delfines de cinco especies diferentes del mar de Alborán.
Otra institución participante en la investigación ha sido el CIRCE, Convservación, Información y Estudio sobre Cetáceos, cuyo presidente Renaud de Stephanis indica que "el mantenimiento y ampliación del banco de tejidos es de suma importancia para conocer el estado de salud de los cetáceos de aguas andaluzas”