A finales de 2019 la Comisión Europea anunciaba un proyecto para abordar los retos de la transición hacia una economía sostenible: el Pacto Verde Europeo. En 2020 la grave crisis provocada por la COVID-19 ha impulsado este ambicioso proyecto de dinamización económica, que incluye una nueva estrategia industrial.
En el número 7 de la revista GdR [GestoresDeResiduos] hablamos con expertos vinculados al sector residuos en España acerca de la implementación del Pacto Verde, la incidencia de los últimos cambios legislativos en materia ambiental y los desafíos que se vislumbran en 2021 para un sector clave en la transformación ecológica.
Entre los profesionales entrevistados por GdR se encuentra Cristina Vázquez, ingeniera informática experta en normativa de traslados y socia de TEIMAS, una de las pocas empresas fuera y dentro de España especializada en desarrollo de software para el sector residuos:
¿Qué es Teimas y cuál es vuestra visión y misión en el sector residuos?
Teimas tiene la peculiaridad de ser la única empresa tecnológica española y de las pocas europeas dedicada en exclusiva a crear soluciones software para el sector residuos, que es un pilar fundamental de la sociedad.
Creamos productos digitales que utilizan desde pymes y autónomos a grandes corporaciones y multinacionales con el objetivo de simplificar y agilizar su tarea diaria. Nuestros principales productos son:
Teixo (diseñado para gestores, agentes y negociantes),
Zero (diseñado para grandes productores) y
Tropa Verde (enfocado a la concienciación de la ciudadanía).
Teimas contribuye a la transformación digital y a la profesionalización de un sector que es vital para el nuevo modelo económico y social basado en la economía circular.
¿Cuál es la situación del sector residuos en tiempos tan complejos como los actuales?
Aún tratándose de una actividad esencial, el impacto de la crisis sanitaria está siendo desigual en las empresas del gremio, existiendo diferencias notables entre aquellas cuyo material proviene de sectores gravemente afectados como el turismo o la hostelería, y aquellas que han visto incrementada su actividad de forma drástica como las ligadas al sector sanitario o higiénico.
También ocurre que en ocasiones sí se mantiene el “ritmo” de retiradas, pero la composición de los materiales se ve afectada por la crisis. Por ejemplo, la recogida selectiva de papel/cartón, que se está viendo fuertemente marcada por el cambio en el consumo y el aumento de las compras en plataformas digitales.
Otro de los impactos directos afecta a todas aquellas empresas que reciben a particulares en sus instalaciones y que, fruto de las restricciones sanitarias en las distintas zonas, se han visto obligados a dejar de realizar esa actividad de forma temporal o la han visto notablemente reducida.
Cabe destacar también que, además de estas cuestiones, en estos meses de crisis sanitaria el sector se ha visto afectado por otros muchos factores, como la publicación de numerosas normativas como el RD de traslados o el RD de vertederos, la orden que regula el fin de condición de residuo del papel y cartón, la necesidad de prepararse para la puesta en marcha de la plataforma eSIR, nuevos cambios en las exportaciones y el mercado global, la aceleración del Green Deal y un largo etcétera. Sin duda, está siendo una etapa tremendamente exigente a nivel profesional.
A nivel nacional, contamos desde junio de 2020 con una Estrategia Española de Economía Circular, un anteproyecto de la Ley de Cambio Climático y una nueva normativa de traslado de residuos. ¿Cómo crees que estas normativas están tratando al sector? ¿Qué pueden aportarle?
La nueva normativa de traslados ha marcado las conversaciones de buena parte de este año y considero que su éxito o fracaso dependerá en gran medida de la gestión del cambio y los planes de comunicación y formación que pongan en marcha las autoridades competentes (Ministerio y comunidades autónomas), así como de la creación de instrumentos e incentivos que contribuyan a simplificar, a aligerar la carga y a conseguir una adaptación rápida y homogénea.
En cuanto a la
Estrategia Española de Economía Circular, creo que puede ser una buena oportunidad para el sector, ya que naturalmente reafirma el concepto de que la gestión de residuos en todas sus facetas (preparación para la reutilización, tratamiento, valorización, etc.) forma parte de esa cadena circular. Sin embargo, conseguir verdaderamente una economía circular y una sociedad circular implica superar numerosos retos, entre ellos la necesaria innovación en infraestructuras, instalaciones y tratamientos. No se trata de un cambio de procesos, sino de un cambio de paradigma que deberá ser concretado, orientado e incentivado de forma adecuada.
Es fundamental que todas estas iniciativas no se queden sólo en la superficie o en lo necesario para cumplir el reporte de información con Europa, sino que sirvan como palanca para provocar un cambio real.
De toda la normativa que se ha publicado en España este año, ¿cuál crees que es la que más afecta al sector?
Hay varias normas que afectan notablemente a determinadas actividades, pero creo que a nivel global del sector la más relevante ha sido el RD 553/2020. El nuevo Real Decreto de traslados afecta a la totalidad del sector e incluye cambios que, aunque puedan parecer pequeños con respecto al RD 180/2015, van a suponer un enorme impacto. Además, la puesta en marcha de la plataforma eSIR, supondrá un nuevo reto, tanto tecnológico como administrativo y funcional. El buen funcionamiento de esta plataforma dependerá en gran medida de que los datos del Registro de Producción y Gestión de Residuos (RPGR) estén completos y constantemente actualizados por todas las Comunidades Autónomas, que es un aspecto que tiene preocupado a todo el gremio.
Se habla mucho de la recuperación verde y de la trascendencia del Pacto Verde Europeo. ¿Cómo consideras que afectará al sector residuos? ¿Crees que el Pacto Verde nos puede ayudar a afrontar los desafíos que retan a la gestión de residuos?
Considero que el Pacto Verde jugará un papel fundamental los próximos años y creo que el enfoque que propone, encaminado a implicar a toda la sociedad y no sólo a la industria es adecuado. Además, es innegable que el sector residuos juega un papel clave para avanzar hacia una transición ecológica y una economía baja en carbono.
Sin embargo, para conseguir los objetivos del Green Deal, será de vital importancia incentivar las inversiones en transformación digital, en tecnologías respetuosas con el medio ambiente y, sobre todo, apoyar a la industria para que pueda invertir en innovación y mantener la competitividad, especialmente en una etapa en la que el mercado es cambiante e incierto.
Como entidad, ¿cuáles son los principales retos [de TEIMAS] para el 2021?
Seguir innovando en nuestras soluciones, que abarcan a toda la cadena (productores, transportistas, agentes, negociantes, gestores, administración y ciudadanía). Seguir formándonos, seguir siendo un punto de conexión entre distintos actores de la red y mantenernos a la vanguardia de las necesidades del sector. Estaremos especialmente atentos al procedimiento de la nueva Ley de Residuos y a los cambios que impacten en el día a día de nuestros clientes, y seguiremos trabajando para visibilizar la importancia que este sector realmente tiene.
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