Desmantelar las nucleares costaría 13.000 millones a España
La decisión del Gobierno de clausurar la nuclear de Santa María de Garoña, considerada como el preludio del cierre en cadena del resto de centrales atómicas en España, vuelve a poner sobre la mesa una pregunta crucial: cuánto costará el desmantelamiento de todas estas instalaciones y quién asumirá la multimillonaria financiación de ese proceso, que además de muy complejo, puede ser extremadamente largo, dependiendo de la central.
La última memoria de Enresa, la empresa estatal que se encarga de la gestión de los residuos nucleares y el desmantelamiento de las centrales en España, cifra en 13.100 millones de euros el coste del desmantelamiento de las centrales de aquí hasta el año 2070. En los cálculos se incluye el cierre de Garoña y los otros siete reactores que hay en funcionamiento (Almaraz I y II, Cofrentes, Trillo, Vandellós II, Ascó I y II).
Ese coste, a valor actualizado (es decir, si el desembolso se tuviera que realizar hoy), se situaría en 8.925 millones. Sin embargo, Enresa sólo cuenta ahora con fondos de 5.070 millones para asumir todos esos desmantelamientos, además de sufragar otras operaciones de mantenimiento de instalaciones radioactivas y gestión de residuos nucleares.
El pasado 1 de agosto, el Ministerio de Energía, a cuyo frente está Álvaro Nadal, decidió denegar la solicitud de renovación de la licencia de explotación de Garoña, central que gestiona Nuclenor, sociedad participada al 50% por Endesa e Iberdrola. La denegación ponía fin al culebrón político y empresarial sobre la reapertura o no de esa central, en parada técnica desde diciembre de 2012.
Nadal explicó que la clausura definitiva de la central era la solución "que genera menos problema". El propio ministro explicó que Garoña es un "caso único" que no debe extrapolarse al resto de instalaciones. Pero el fantasma de Garoña ya se ha instalado en el resto del sector. Entre 2020 y 2027 todos los reactores que quedan funcionando en España cumplen 40 años de vida útil, empezando por Almaraz I. MIGUEL ÁNGEL PATIÑO