Disminuye ligeramente el desperdicio alimentario en España, aunque sigue siendo elevado
Los españoles tiraron a la basura en 2019 1.352 millones de kg/l de alimentos y bebidas, un 4,7% de los alimentos que compramos, de los que 1.146 millones corresponden a productos sin elaborar y 206 millones a platos cocinados. Con respecto a 2018, se han desperdiciado más productos frescos principalmente frutas, hortalizas y verduras, pero ha bajado el desperdicio de platos cocinados en mayor medida legumbres, sopas, cremas y purés, y platos de carne y arroz.
Cerca de 8 de cada 10 hogares españoles reconoce desperdiciar alimentos, donde destacan los hogares familiares con parejas de hasta 49 años, con hijos pequeños o de edad media; en cambio, los hogares de parejas jóvenes sin hijos o las personas retiradas no desperdician alimentos. La renta es otro factor que influye en el desperdicio alimentario, de tal forma que las familias de clase baja y media-baja son las que menos desperdician, mientras que las clases de nivel socioeconómico más alto gestionan peor los alimentos en el hogar.
El director general de la Industria Alimentaria, José Miguel Herrero, ha señalado que los datos han mejorado durante el confinamiento ocasionado por la crisis sanitaria de la COVID-19, ya que durante esas semanas (del 16 de marzo al 21 de junio) se ha reducido hasta un 14% el desperdicio de alimentos, en comparación con las mismas semanas del año anterior. Según se desprende de este estudio, las empresas españolas de la industria alimentaria están cada vez más concienciadas del impacto que supone en términos económicos, sociales y medioambientales el desperdicio de alimentos, y la necesidad de frenarlo. Cerca de un 71% dispone de una estratégica interna definida para luchar contra el desperdicio alimentario, un 61% promueve buenas prácticas destinadas a la prevención o reducción en origen del desperdicio, y un 51% promueve acciones conjuntas con sus proveedores para reducirlo.
Asimismo, la encuesta señala que los principales motivos para la generación del desperdicio son los problemas relacionados con la calidad del producto, las mermas de producción y las averías en la maquinaria. Precisamente, los controles exhaustivos de los procesos y maquinaria para eliminar ineficiencias, junto con la formación y concienciación de los empleados son las prácticas más habituales de lucha contra el desperdicio.
Consciente de la importancia de luchar contra el desperdicio alimentario y su impacto sobre el medio ambiente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación puso en marcha en 2013 la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”. Esta Estrategia se desarrolla a través de ocho áreas de actuación, con el objetivo de generar conocimiento, formar y sensibilizar a la sociedad, fomentar buenas prácticas en el uso de los alimentos, impulsar la colaboración entre agentes y lograr acuerdos sectoriales.
En este marco, una de las primeras actuaciones reside en cuantificar el desperdicio, para lo que se impulsan dos estudios. Por un lado, el Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares españoles recoge, desde 2015, los datos relativos al volumen de alimentos que tiramos a la basura, tanto antes de cocinarlos como ya elaborados. Esta información se encuentra disponible en la página web www.menosdesperdicio.es. Y para conocer el desperdicio en las empresas de la alimentación, el Ministerio ha realizado un estudio en el que se han analizado un total de 75 empresas de la industria y la transformación de alimentos, y 15 compañías líderes de la distribución que representan en torno al 80% de cuota de mercado del país.
Consciente de la dimensión del problema, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado el 29 de septiembre como Día Internacional de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, para reconocer el papel fundamental de la producción sostenible de alimentos en la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición. La disminución de la pérdida de alimentos ayuda a la sostenibilidad ambiental, mientras que la reducción de los desperdicios beneficia la seguridad alimentaria, según se desprende del informe sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2019 Progresos en la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos, dado a conocer por la FAO con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación.
La FAO afirma que para que las estrategias que buscan la reducción de la pérdida y el desperdicio de comida sean eficaces deben basarse en una comprensión clara y multidimensional del problema. En la actualidad, las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en 13,8%, lo que equivale a unos 400 millones de dólares. El informe reconoce que disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere inversiones de dinero o tiempo que algunos actores de la cadena de suministro podrían considerar superiores a los beneficios.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Ágora. Lee el original aquí]