La Sociedade Galega do Medio Ambiente ha procedido a la distribución de cerca de 700 compostadores en un total de 21 ayuntamientos de la provincia de Lugo adscritos a su proyecto de compostaje doméstico. En unos casos, con el objetivo de implantar dicho programa y, en otros, para ampliarlo.

Más de 500 unidades corresponden a los 15 municipios que integran la Mancomunidad de la Mariña lucense (Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, A Pontenova, Ribadeo, Riotorto, Trabada, O Valadouro, O Vicedo e Xove), mientras que el resto se reparten entre o Corgo, Pantón, Abadín, Sober, O Saviñao y Folgoso do Courel.

Todos los Gobiernos locales coinciden en señalar las ventajas que el autocompostaje supone para los concellos, tanto desde la perspectiva medioambiental como económica. Desde la medioambiental, porque permite reducir la frecuencia de recogida de los contenedores verdes convencionales, toda vez que la materia orgánica se recicla en las propias viviendas, utilizando para ello un recipiente de 360 litros de capacidad en el que se van introduciendo los restos orgánicos para su fermentación controlada, obteniendo finalmente un abono natural con excelentes propiedades para el suelo y que los vecinos utilizan en sus propios huertos y jardines. Además, el hecho de disminuir los viajes propios de los servicios de recogida municipal, reduce las emisiones de CO2 y, por tanto, los índices de contaminación.

Desde la dimensión económica, porque se propicia la entrega de menos cantidad de basura a Sogama, posibilitando que el importe de la factura a pagar a esta entidad pública se vea notablemente aminorado. Dado que los restos orgánicos representan en torno al 40 por ciento del total de los desperdicios producidos en los hogares, estaríamos hablando de una cantidad muy significativa.

Si a esto se añade una adecuada recogida selectiva por parte de la ciudadanía, no solo se minimizarían en mayor medida los residuos a introducir en los contenedores genéricos, sino que las arcas locales recibirían ingresos por parte de los Sistemas Integrados de Gestión, que serán mayores cuanto mayor sea la cantidad de desechos remitidos a la industria recicladora y mejor sea la calidad de los mismos.

De los 21 concellos referenciados, un total de 9 ya se habían adscrito al programa de compostaje domésticoSogama en años anteriores, procediendo a la extensión del mismo a través de la incorporación de nuevas viviendas.

En su momento, y a fin de contar con datos objetivos sobre la calidad del compost obtenido, la propia Universidad de Santiago de Compostela procedió al análisis científico de diversas muestras, concluyendo su idoneidad para ser aplicado en la agricultura con absolutas garantías, siendo catalogado como clase A.

Pero la labor de Sogama no se circunscribe únicamente a la dotación de compostadores, sino que también lleva a cabo cursos de formación destinados a los vecinos y representantes municipales, proporcionando a los usuarios manuales específicos que les servirán de ayuda a la hora de desarrollar la técnica con la que obtener el mejor abono.

A día de hoy, y desde el 2010, cerca de 3.000 hogares pertenecientes a más de 70 municipios de las cuatro provincias han pasado a formar parte del proyecto de autocompostaje de Sogama. La lista de espera por parte de concellos que quieren adscribirse a esta iniciativa obligará a la empresa a contar con nuevas partidas de compostadores y a coordinar el proyecto en otras localidades.