El Informe de Riesgos Globales 2021 pone el foco en las amenazas climáticas
En 2020, el riesgo de una pandemia, que ya figuraba en ediciones anteriores del informe del WEF, se hizo real. La crisis sanitaria global amenaza con restar años de progreso humano en áreas tan sensibles como la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades o la cooperación mundial. De ahí el nombre de este informe de Riesgos Globales, “Futuro Fracturado”, en el que se analizan los riesgos de estas fracturas sociales debidas a causas como los problemas de salud, el aumento del desempleo, la ampliación de la brecha digital o la degradación del medioambiente.
Para la elaboración de este documento, el WEF realiza entrevistas a más de 750 expertos mundiales pertenecientes al sector público, empresarial y académico. De ellas surgen las amenazas globales que se clasifican en cinco categorías: económicas, ambientales, geopolíticas, sociales y tecnológicas. Cada amenaza detectada recibe una puntuación en términos de impacto, la gravedad en caso de producirse, y en términos de potencialidad, la probabilidad de que esa amenaza ocurra.
En el mapa de riesgos llama la atención que el primer puesto lo siga ocupando el cambio climático, pese a la pandemia de la COVID-19. El fracaso de la acción climática es el riesgo más grave y el segundo más probable de los identificados por las expertas participantes. Si bien, por razones obvias, el riesgo de enfermedades infecciosas ha escalado posiciones de forma notable con respecto a los años anteriores, los riesgos ambientales y las consecuencias del cambio climático siguen en cabeza. Dentro de los 5 más probables se encuentran cuatro de origen medioambiental:
- Fenómenos meteorológicos extremos.
- Fracaso de las medidas gubernamentales y empresariales a la hora de mitigar y adaptarse al cambio climático.
- Las catástrofes medioambientales debidas a la acción humana: deforestación, vertidos de petróleo, contaminación radioactiva, etc.
- Crisis sanitarias como resultado del contagio de enfermedades infecciosas.
- Pérdida de la biodiversidad.
En lo que respecta a los riesgos con mayor impacto, tres de los cinco primeros puestos son ocupados por riesgos ambientales:
- Enfermedades infecciosas y pandemias.
- Fracaso de las medidas gubernamentales y del sector empresarial para mitigar y adaptarse a las consecuencias del calentamiento global.
- Las armas de destrucción masiva.
- La pérdida de biodiversidad.
- Las crisis derivadas de la escasez o la pérdida de recursos naturales, como el agua.
Las emisiones globales de gases de efecto invernadero disminuyeron un 9% en la primera mitad del 2020, cuando la mayor parte de las grandes economías tuvieron que parar actividades no esenciales y confinar a la población. Sería necesario repetir esta reducción de forma anual durante la próxima década para mantenernos por debajo del límite máximo de incremento de la temperatura terrestre, establecido en 1,5ºC en la COP21 de París. Lamentablemente, se espera un repunte de las emisiones de CO2, al igual que ocurrió con la crisis financiera del 2008-2009, lo que nos situaría rápidamente en la senda pre-covid que aumentará 2ºC la temperatura, con consecuencias letales para la biodiversidad, los océanos y la salud de las personas.
La Conferencia del Cambio Climático COP26 que tendrá lugar en noviembre será un momento clave para definir objetivos más ambiciosos por parte de los países más contaminantes, con China y Estados Unidos a la cabeza. El nuevo ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, ha reintegrado el país al Acuerdo de París, del que Trump renegó durante su mandato.
“No hay vacuna contra la degradación del medioambiente”, el WEF concluye una vez más que no actuar de forma precisa nos conducirá inevitablemente a una serie de impactos catastróficos y daños económicos incalculables.
A medida que gobiernos, empresas y sociedades ganen la guerra al virus, es necesario replantear la cohesión social y las políticas contra el cambio climático. Una sociedad más consciente y en sintonía con los riesgos puede extraer importantes lecciones para fortalecerse frente a ellos y desarrollar la resiliencia en un entorno de riesgo global perpetuo.
Informe a texto completo EN INGLÉS aquí: Global Risks Report 2021
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