Nuevamente la ciudad porteña fue víctima de las llamas. Esta vez las causas se le atribuyen a terceros, a diferencia del Gran Incendio de Valparaíso, donde un par de aves electrocutadas habrían ocasionado las primeras llamas.

El fuego fue iniciado en un vertedero clandestino donde se usaron neumáticos para reprocesar cobre, explicó el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. En tanto el intendente Ricardo Bravo declaró a Emol, "tenemos la certeza que el incendio fue intencional, así que nos vamos a sumar a los esfuerzos para encontrar a los responsables".

Si bien el fuego fue controlado y fue levantada la alerta de emergencia, el problema que devela este siniestro son las grandes cantidades de escombros y de basura que permanecen en distintos puntos de la ciudad de Valparaíso, y por qué no, de la mayoría de las ciudades de Chile.

Los vertederos clandestinos, al no tener resguardos ni estar emplazados en un lugar destinado para este uso, se transforman en reales focos de delincuencia, de insalubridad y de espacios ideales para provocar catástrofes como esta, que bien pudo ser evitada.

De hecho, a partir del incendio la Intendencia de Valparaíso tomó la decisión de retirar 32 mil metros cúbicos de microvertederosen las comunas aledañas al Gran Valparaíso, sumándose a los 9 mil metros cúbicos retirados en Cuesta Colorada, según indica La Tercera.