El reciclaje en España: ¿Qué deposito en cada contenedor?
EN EL VERDE:
Desde Ecovidrio se hace especial hincapié en diferenciar el vidrio del cristal a la hora de su reciclado. De esta manera, no debemos depositar en el contenedor verde bombillas, vasos y copas de cristal, cristales de ventana rotos (o sin romper), espejos, gafas, lunas de automóviles, frascos de medicamentos, productos de cerámica o porcelana (como jarrones y tazas), productos de loza, tapones, chapas o tapas de los propios tarros o botellas de vidrio o tubos fluorescentes.
En este contenedor debemos depositar las botellas de vidrio de cualquier color (de vino, cava o licores por ejemplo), frascos de conservas, tarros de alimentos (mermelada, conservas, vegetales, etc.), recipientes de vidrio o frascos de vidrio como los de las colonias o los productos de cosmética.
Y si se quiere ir a por nota y obtener matrícula en la asignatura de espíritu solidario con el medio ambiente, al quitar el papel de los tarros de vidrio de los alimentos (donde suele aparecer la marca y los ingredientes) también estaríamos contribuyendo de forma muy significativa en la cadena de reciclado. No obstante, esta es una tarea que se olvida fácilmente y aquí lo importante no es ganar, sino participar.
¿Por qué no van al verde?
- La cerámica y porcelana necesitan más temperatura de fusión debido a su diferente composición química. Al no fundirse, produce pequeñas piedrecitas que provocan la ruptura del envase de vidrio.
- Los vasos y las copas de cristal contienen óxido de plomo, que les otorga características peculiares, como el sonido y el brillo. El óxido de plomo no se puede fundir en los mismos hornos donde se producen los envases de vidrio.
- Los tarros y botellas de medicamentos entran en un circuito de reciclaje distinto al del resto de los envases de vidrio.
Algunas recomendaciones para una mayor eficacia en este tipo de reciclado serían no dejarse nada fuera del contenedor, dejar los restos de vidrio (botellas, tarros, etc.), sin tapas y sin restos de sustancias, odepositar las bolsas, tapas y tapones en el amarillo.
EN EL AMARILLO:
Existen ciertos productos u objetos que no deben depositarse en los recipientes amarillos, aunque la gente piense lo contrario. Estos son: biberones, bolígrafos, cajas de madera o de cartón, calculadoras, calderos de cocina, cepillos de dientes, cintas de vídeo y música o CD, cubiertos metálicos o plásticos, cubos de plástico, electrodomésticos, envases de vidrio, guantes de goma, juguetes, materia orgánica, objetos de metal que no sean latas; papel y cartón, persianas, pilas, sartenes, tuberías de PVC.
Por lo general, en este contenedor deben depositarse todos aquellos envases comercializados en el mercado nacional y que aparecen identificados por el conocido símbolo del punto verde.
Objetos de metal: latas de conservas, botes de refresco o cerveza, el papel de aluminio, chapas, tapas, tapones de metal, bolsas y recipientes de aluminio para alimentos o botes de desodorante.
Objetos de plástico: botellas de plástico y bricks (como los de la leche o el zumo), envases de productos lácteos, hueveras de plástico, tapas y tapones de plástico, recipientes de plástico de los productos de aseo y limpieza, bolsas de plástico comerciales (excluyendo las bolsas de la basura), plástico transparente para envolver productos (el conocido como “film”), el tubo de la pasta de dientes, bandejas y cajas de corcho blanco y platos y vasos desechables.
Los consejos para proceder mejor en este proceso son: vaciar siempre el contenido que quede en el envase (para que estén lo más limpios posible y facilitar la tarea al operario), depositar los envases plegados o compactados para ahorrar espacio y no introducir unos envases dentro de otros.
EN EL AZUL:
¿Qué no debo echar a este contenedor? Bricks, envases multimateriales, fotografías, pañales, papel celofán, papel térmico, papel de aluminio, papel de cocina, papel plastificado o metalizado, papel higiénico, papeles con adhesivos, papeles sucios, platos, tazas o vasos de papel, servilletas.
Bolsas de papel, cajas de cartón (como las de calzado, de galletas, de algún electrodoméstico, etc.), carpetas, cartón y cartulina, folios usados, hueveras de cartón, libretas, periódicos o revistas, sobres, bandejas de papel o cartón (para pasteles o tartas), los blíster comerciales (de pilas por ejemplo), sacos de alimentos (como los de arroz o azúcar), tarrinas de alimentos (de helado o de nata montada), las etiquetas de ropa o los rollos de papel higiénico o de cocina.
En este tipo de cadena de reciclaje se recomienda plegar al máximo el papel y cartón con el fin de ahorrar el máximo espacio posible; retirar las grapas, los canutillos y los plásticos que vengan incorporados en el papel y el cartón.
EN EL GRIS:
El contenedor de la basura en masa es el contenedor de toda la vida y su color varía según el municipio, pero suele ser gris o verde oscuro. En él debemos depositar todo lo que no sea reciclable: cerámica y loza, copas y vasos de cristal, cristales de ventana y espejos, compresas y tampones, pañales, papel higiénico, papeles sucios, restos de alimentos, papel plastificado, encerado, metalizado, fotografías.
En poco tiempo y gracias al compromiso de todos, éste será el contenedor que menos residuos recoja, ya que todo lo que hayamos podido reciclar o los residuos peligrosos ya han ido a otros contenedores o a un punto limpio.
¿Qué es un punto limpio y para qué sirve?
Los puntos limpios o Ecoparques son instalaciones públicas y de libre acceso para todos los ciudadanos del municipio. Suelen gestionarlos los ayuntamientos o empresas privadas y suelen encontrarse en puntos específicos del mapa (cuya ubicación puede consultarse en internet según el municipio).
En ellos se procede a la recogida, selección y recuperación de los residuos urbanos que no deben depositarse en los contenedores habituales. En estas instalaciones se almacenan todos aquellos residuos que por debido a su composición tóxica no deben mezclarse con el resto de basura.
¿Qué deposito en el punto limpio?
Pilas y baterías, fluorescentes, aerosoles y productos peligrosos (disolventes, insecticidas, etc.), aceite de cocina o de motor, escombros de obras domésticas menores, electrodomésticos, equipos electrónicos (ordenadores, televisiones, etc.), madera (mesas, sillas, etc.), muebles y enseres (colchones, camas, etc.), ropa y calzado y textil en general, radiografías, pinturas o medicamentos.
El reciclaje en España
En el año 2014, los españoles reciclaron 694.325 toneladas de residuos de envases de vidrio. Esto supone una media de 14,8 kg por habitante. Ecovidrio gestionó la recogida selectiva de 2.650 millones de envases, 30 millones más que en 2013. Eso equivale a una media de 56 envases reciclados por persona.
Dato curioso: Una tonelada de envases de vidrio usados ahorra 130 litros de combustible tipo fuel
El 75% de los hogares españoles afirman reciclar vidrio y el 78% cree que este procese de reutilización contribuye al progreso económico y social de nuestro país.
Baleares, La Rioja, Andalucía y Canarias son las comunidades autónomas que han experimentado un mayor crecimiento en la cantidad de vidrio reciclado. Por ejemplo, en Baleares se ha recogido un 17,2% más que en 2013 y en La Rioja un 14,7% más.
En lo que se refiere al reciclado de envases domésticos en España, este proceso continúa creciendo y se sitúa en 2014 en el 73,7%, un incremento de dos puntos porcentuales respecto al año anterior, según datos de Ecoembes.
De hecho, el porcentaje de reciclado de envases no ha dejado de crecer en nuestro país desde 1998 y ya supera en 19 puntos porcentuales los objetivos que marca la Unión Europea (55%). En total, el año pasado se reciclaron 1.258.602 toneladas de envases domésticos, un 5,3% más que en 2013, gracias a la colaboración de todos los ciudadanos.
Por tipo de material, los envases de metal y los de papel y cartón lideran los índices de reciclaje, con un 83,6% y un 81,7% respectivamente. Los de plástico alcanzan la tasa del 61,4%, cifra cinco puntos por encima a 2013.