España genera diariamente casi 80.000 kilos de desechos hospitalarios peligrosos
La economía española emplea anualmente unos 400 millones de toneladas de materiales al año para su desarrollo, según el INE, y aproximadamente un tercio de esta cantidad se convierte en residuos que, en un alto porcentaje, acaban en el vertedero.
En los últimos años, España ha realizado importantes esfuerzos para reducir estas cifras en línea con las medidas impulsadas a nivel europeo y nacional para favorecer la economía circular, disminuir el uso de recursos, limitar la producción de residuos y reducir el consumo energético. Sin embargo, en el ámbito sanitario la cantidad de residuos no ha parado de crecer, especialmente a partir de la pandemia. Aunque el 85% son desechos comunes semejantes a la basura doméstica, el 15% restante se considera material peligroso por su potencial infeccioso, tóxico o radiactivo.
La Organización Mundial de la Salud calcula que los países de ingresos elevados generan una media de 0,5 kg de residuos peligrosos por cama hospitalaria y día, mientras que en los de ingresos bajos la cifra baja a los 0,2 kg. Teniendo en cuenta que en España hay unas 159.000 camas abiertas, diariamente se generan cerca de 80.000 kilos de desechos peligrosos sólo en los hospitales. Además, se prevé que la acumulación de residuos continúe creciendo como consecuencia del incremento de la actividad sanitaria, del material médico desechable y de la complejidad que entrañan los nuevos tratamientos.
En un contexto como este, Urbaser ha llegado a un acuerdo para adquirir el negocio español y portugués de la multinacional norteamericana Stericycle especializada en la gestión, recogida y tratamiento de residuos biosanitarios tanto para clientes públicos (hospitales) como privados (clínicas, laboratorios, centros veterinarios, etc.). Con cerca de 1.200 empleados en toda la península ibérica los diferentes equipos de Stericycle se encargan de gestionar, de forma segura, grandes cantidades de residuos en centros sanitarios de 11 comunidades autónomas (especialmente en la zona norte y este) dando servicio a clientes privados en prácticamente todo el territorio. Una dimensión que en el año 2023 le permitió tratar alrededor de 32.000 toneladas de residuos sanitarios.
Con esta operación, que está previsto que se complete en los próximos meses, Urbaser sigue avanzando en su estrategia de crecimiento basada en desprenderse de activos no estratégicos para reforzar su apuesta por la economía circular y acelerar el negocio en el sector del residuo en países clave.
[Este contenido procede de El Economista. Lee el original aquí]