Exitoso balance del acuerdo entre el MARM y ASPAPEL sobre agua y vertidos
Las fábricas se comprometían en el acuerdo a eliminar por completo el uso de cloro molecular (Cl2) en el blanqueo de la celulosa y adecuar sus vertidos a unos valores límite muy exigentes. Lo primero se alcanzó ya en 2007, de modo que en la actualidad la totalidad de la celulosa blanqueada fabricada en España es ECF (libre de cloro elemental) o TCF (totalmente libre de cloro). En cuanto al segundo objetivo, se consiguió una importante reducción de los vertidos y una mayor limpieza de los mismos, con importantes reducciones en todos los parámetros de medición.
En cifras, el balance del acuerdo es el siguiente:
Uso más eficiente del agua
- Reducción del 37% en el uso de agua por tonelada producida (pasando de 24,5 m3/t a 15,5 m3/t)
- Reducción de un 28% en el uso de agua total (pasando de 160 hectómetros cúbicos/año a 115 hectómetros cúbicos/año)
Reducción de vertidos
- Reducción del 38% en los vertidos por tonelada producida (pasando de (23 m3/t a 14,3 m3/t)
- Reducción de un 29% en el volumen total de vertidos (pasando de 150 hectómetros cúbicos/año a 106 hectómetros cúbicos/año)
Vertidos más limpios (por tonelada fabricada)
- DQO (Demanda Química de Oxígeno) reducción del 38% en papel y del 37% en celulosa
- SST (Sólidos en Suspensión) reducción del 78% en papel y del 12% en celulosa
- AOX (Compuestos Orgánicos Halogenados) reducción del 47% en celulosa
Del total del agua que se utiliza en la fabricación de celulosa y papel, solo el 5-10% se consume al evaporarse durante el proceso industrial o porque se incorpora al producto. El resto del agua (el 90-95%) se devuelve al río o al mar convenientemente depurado.
Los vertidos líquidos del sector papelero tienen como destino los colectores municipales, las aguas superficiales (ríos, lagos…) y el mar. Un 81% del vertido se devuelve al medio natural, previamente depurado en la fábrica. El 19% restante va a colectores municipales, donde se les da un tratamiento biológico de depuración, que se suma al primario que ya se ha realizado en la fábrica.
El sector ha realizado un gran esfuerzo inversor en I+D para disminuir el impacto ambiental de los procesos de fabricación (instalación de depuradoras, abandono de los procesos que más emiten…). Además, también se ha potenciado la formación de los trabajadores para la implantación de Sistemas de Gestión Medioambiental. Hoy más del 90% de la producción se realiza bajo sistemas de gestión medioambiental certificados.
Estas mejoras se enmarcan en la revolución medioambiental que ha protagonizado el sector de la celulosa y el papel en los últimos años y que afectan también a la eficiencia energética, el reciclaje, la gestión forestal sostenible…
El sector de la celulosa y el papel es el mayor productor y utilizador de energía renovable procedente de la biomasa y uno de los grandes impulsores de la cogeneración, la energía eficiente. Además, el papel es el material que más se recicla. Recuperamos para su reciclaje el 72% del papel y cartón que consumimos y nuestra industria papelera una de las más recicladora de Europa, por detrás solo de Alemania.
Los vertidos líquidos del sector papelero tienen como destino los colectores municipales, las aguas superficiales (ríos, lagos…) y el mar. Un 81% del vertido se devuelve al medio natural, previamente depurado en la fábrica. El 19% restante va a colectores municipales, donde se les da un tratamiento biológico de depuración, que se suma al primario que ya se ha realizado en la fábrica.
El sector ha realizado un gran esfuerzo inversor en I+D para disminuir el impacto ambiental de los procesos de fabricación (instalación de depuradoras, abandono de los procesos que más emiten…). Además, también se ha potenciado la formación de los trabajadores para la implantación de Sistemas de Gestión Medioambiental. Hoy más del 90% de la producción se realiza bajo sistemas de gestión medioambiental certificados.
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Vía ASPAPEL
onnola (cc)
Madrid