Expertos de Cádiz buscan transformar la glicerina en etanol, una alternativa al biodiésel
Hay que apuntar que dentro del proceso de producción de biodiesel se origina un subproducto: la glicerina. Así, de cada diez kilos de biodiesel, uno es de glicerina, una sustancia que se ha convertido para muchas industrias en un problema ya que, si bien sirve para la elaboración de lubricantes o cosméticos, la enorme cantidad que se genera ha colapsado el mercado y en ocasiones el coste para retirarla es muy alto. El profesor Domingo Canterio indica que su grupo vio la glicerina como fuente de carbono para los microorganismos, y por ello trabajan para revalorizarla.
Concretamente, el microorganismo con el que pretenden utilizar el carbono es la E. coli, para que produzca etanol e hidrógeno y que pueda ser utilizado como fuente de energía renovable. Esta idea tiene su origen en los trabajos previos del grupo de investigación con este mismo microorganismo en el desarrollo de rutas metabólicas microbianas como alternativa a la síntesis química de determinados compuestos de alto valor añadido, concretamente los ácidos benzohidroxámicos.
“En este proyecto tenemos dos líneas de trabajo puestas en marcha: una basada en biología molecular (en colaboración con el grupo CTS-596: Estudio de Autoantígenos Humanos, que dirige el profesor Jorge Bolívar), y otra centrada en temas más ingenieriles para la optimización de los biorreactores y sus condiciones de operación”, tal y como explica uno de los investigadores del proyecto, José Manuel Gómez Montes de Oca. La primera de estas líneas de trabajo es objeto de estudio en una tesis doctoral centrada en la sobre-expresión del microorganismo utilizado (E.coli) para hallar una cepa super-productora de etanol e hidrógeno.
Así, los expertos identifican "los genes que están implicados en la ruta metabólica de nuestro microorganismo. Esos genes se expresan a través de las enzimas, por lo que trabajamos sobre ellas produciendo una sobre-expresión que origina a su vez una sobreproducción de las mismas que va a favorecer a que esa ruta metabólica aumente el flujo. De hecho, tenemos plenamente identificados qué genes hay que introducir para ello en la enzima”, revelan desde la UCA. Con todo ello, “lo que haremos será obtener un microorganismo o la manera en la que podemos sobre-expresar lo que a nosotros nos interesa e incluso inhibir lo que no. Si nosotros conseguimos una cepa que produzca más etanol, éste podrá ser utilizado como biocombustible”.
La segunda línea de trabajo consiste en buscar un medio de cultivo para el crecimiento del microorganismo en el que la base carbonada sea la glicerina que se obtiene como subproducto. Hasta ahora se ha logrado optimizar la composición del medio de cultivo y se ha conseguido producir mayor cantidad de biomasa y volumen de etanol e hidrógeno con respecto a otros trabajos que se han publicado con anterioridad en esta línea.
Los resultados hasta el momento son muy interesantes, a pesar de que el proyecto aún está iniciándose; esto hace pensar que las conclusiones finales podrían ser muy relevantes en el sector de la generación de energía puesto que “hasta el momento, hemos conseguido un rendimiento del 30% de etanol con el uso de la glicerina cruda, siendo este dato muy interesante a nivel industrial. El etanol obtenido por esta vía podría incluso sustituir al metanol que se utiliza en la propia producción de biodiesel, por lo que se ahorrarían un reactivo”, concluye Gómez Montes de Oca.
Agencia SINC
Cádiz