Galicia ha recogido menos del 20% de los pélets tras el accidente marítimo
Han pasado dos meses desde que el buque "Toconao", con bandera de Liberia, perdió seis contenedores frente a las costas de Portugal, uno de ellos cargado de pellets que inundaron el litoral gallego y despertaron el miedo entre sus vecinos con la sombra del Prestige aún muy presente. Hoy siguen llegando bolitas blancas a la costa, pero están más esparcidas entre diferentes playas. Así lo explica Cristóbal López, portavoz de Ecologistas en Acción, quien asegura que queda “una sopa aguada de pellets en el agua” que desemboca en la orilla todos los días en pocas cantidades.
En total, la Xunta contabiliza que se han recogido 201 sacos de pellets, de 25 kilos cada uno, lo que supone tan solo un 19% de los 1.050 perdidos el pasado 8 de diciembre en el mar. Aunque EL PAÍS ha comprobado que todavía no se han retirado los sacos acumulados en algunos ayuntamientos ―también llegaron estos gránulos de plástico, en mucha menor medida, a Asturias o Cantabria―. La gran mayoría de los microplásticos siguen en el océano o se están desplazando a otros lugares.
Hace dos semanas, la Xunta de Galicia bajó al nivel 1 la alerta del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Galicia (Plan Camgal), ante la disminución de la incidencia de la marea de plásticos. Desde entonces, el dispositivo de vigilancia y limpieza de granulados plásticos está conformado por 10 brigadas repartidas por las tres provincias gallegas. “Este operativo visita las playas para inspeccionarlas y si encuentra residuos procede a retirarlos. En caso contrario, pasa al siguiente arenal para comprobar su estado y actuar en consecuencia”, detalla la Xunta, que asegura que, además, “se suman agentes ambientales y profesionales del Servicio de Guardacostas de Galicia, alcanzando en total alrededor de un centenar de efectivos”. Mientras, en el mar los medios aéreos y marítimos del Servicio de Guardacostas de Galicia están alerta por si detectasen algún saco entero flotando.
Los granulados plásticos recogidos por el Gobierno autonómico se trasladan a una instalación de almacenaje intermedio, donde permanecen depositados para garantizar un control de las cantidades recuperadas. “Este paso es imprescindible tanto para el recuento del material recogido, información que se trasladará a la empresa responsable, como para garantizar la adecuada gestión de este material cuando se estime oportuno”, apuntan desde la Xunta.
De los equivalentes a 201 sacos de gránulos de plástico recuperados hasta ahora, el Gobierno autonómico afirma que se encontraron cinco flotando en el mar: dos fueron localizados por profesionales del sector marítimo-pesquero el día 11 de enero y tres, por medios del Servicio de Gardacostas los días 13, 15 y 28 de enero. Está por ver si la marea seguirá bajando de intensidad o si el océano irá devolviendo de forma recurrente todo lo que queda de los pélets perdidos.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Noia acordó abrir diligencias por la posible existencia de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, tras la denuncia presentada por Podemos, a la que se acumuló la interpuesta conjuntamente por la Fundación Montescola, Ecoloxistas en Acción y la Plataforma pola Defensa do Mar da Comarca Muros-Noia.
La jueza encargó al SEPRONA un informe sobre la titularidad de la embarcación "Toconao", las circunstancias en las que se produjo la pérdida de la carga, su contenido y su composición, además del alcance del vertido y la delimitación del área afectada. Además, admitió la personación, en calidad de acusación popular, de las partes denunciantes. “Del proceso judicial no recibimos novedades porque las diligencias previas y las investigaciones siguen su curso”, cuenta López. A la investigación se suma la que abrió hace casi un mes el fiscal de Sala de Medio Ambiente, que encargó al SEPRONA analizar muestras de los pélets para determinar si son peligrosos, y pidió información para saber cómo estaba afectando el vertido a los parques nacionales y naturales gallegos.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de El País. Lee el original aquí]