Grandes diferencias en el consumo de bolsas entre los estados miembros de la UE
En Europa ocho millones de bolsas de plástico acaban cada año en la basura causando daños considerables al medio ambiente. La Comisión Europea quiere que los estados miembros reduzcan su uso y obliga a los estados a adoptar medidas para reducir el consumo de bolsas de plástico de un grosor inferior a 50 microgramos. Propone tres tipos de medidas: gravámenes, objetivos nacionales de reducción o una prohibición en determinadas condiciones.
Se calcula que en 2010 se sacaron al mercado de la UE unas 98.600 millones de bolsas de plástico, lo que supone que cada habitante de la UE utiliza una media de 198 bolsas de plástico al año. Aunque las cifras del consumo varían considerablemente entre los estados miembros, oscilando entre 4 bolsas de plástico ligeras por persona y año en Dinamarca y Finlandia, y 466 bolsas en Polonia, Portugal y Eslovaquia. España se sitúa por encima de la media, con 238 cada año.
Estas diferencias se deben a que cada país aplica diferentes fórmulas para controlar su uso (en la gran mayoría se cobra) y en otros todavía no se aplica ninguna medida. De ahí las diferencias tan grandes entre unos y otros. “Algunos estados ya han logrado grandes resultados en lo que a reducción del uso de bolsas de plástico se refiere. De seguir su ejemplo, se podría reducir el consumo global actual en la Unión Europea hasta un 80 %”, indican desde Bruselas.
Bruselas destaca el caso de Irlanda, país donde un mes después de aplicar una tasa de 15 céntimos se logró que el consumo de estos envases se redujese en un 90%. Con el tiempo, los consumidores volvieron a las bolsas y se tuvo que incrementar su tasa a 22 céntimos. Italia, Suecia, Dinamarca, Alemania e Islandia también han implantado esta tasa.
En España los plazos marcados por la ley obligan a la “sustitución” del 60% de las bolsas de plástico de un solo uso antes de 2013. El 70%, antes de 2015; el 80% antes de 2016 y el total de las mismas antes de 2018.
Las bolsas de plástico están fabricadas con derivados del petróleo y con muchas otras sustancias químicas. La extracción, transporte y refinado del petróleo es altamente perjudicial para el medio ambiente y la salud. La producción de las bolsas también es contaminante, y en la degradación de estas bolsas las sustancias químicas que contienen son liberadas al medio ambiente.
Las bolsas de plástico pueden tardar hasta 400 años en degradarse; depende de las condiciones climatológicas y ambientales. El gran problema es que el plástico, en su proceso de degradación, origina partículas microscópicas que tienen efectos adversos sobre el medio ambiente y la salud. Las partículas de plástico son confundidas con alimentos e ingeridas por muchos animales marinos.
La mejor alternativa a las bolsas de plástico son los carros de la compra, las cestas y las bolsas de tela, preferentemente de comercio justo y fabricados con materiales ecológicos. La energía y los recursos utilizados son ampliamente compensados por la infinidad de veces que pueden ser utilizados.
GALBA (cc)