Influencia de materiales reciclados y fibras naturales tratadas en las propiedades mecánicas y la durabilidad del hormigón: Un enfoque ambiental

Los materiales plásticos se fabrican en gran medida debido a su bajo peso y larga vida útil para contener muchos productos cotidianos, mientras que su eliminación contamina enormemente el medio ambiente. Las botellas de polietileno son principalmente materiales plásticos manufacturados que se utilizan para envases de agua potable y otros productos también. Sin embargo, debido a su no biodegradabilidad, está contaminando el medio ambiente y alterando el valor estético del suelo, además de causar muchas enfermedades a la sociedad. En Estados Unidos, la formación de materiales plásticos que generan residuos sólidos aumentó de 0,39 millones de toneladas en 1960 a 34,5 millones de toneladas en 2018; sin embargo, solo el 9,1% se recicla y el 15% se quema con fines energéticos, mientras que el 75% restante se envía a vertederos, lo que causa una gran contaminación ambiental.
El reciclaje de botellas de polietileno es la principal solución para la mitigación de los peligros plásticos del medio ambiente, especialmente si se utiliza en la industria de la construcción que cubre un área amplia. Por lo tanto, muchos investigadores han estudiado el uso de residuos plásticos en mezclas de hormigón. Esto puede ser beneficioso porque las botellas de polietileno son materiales dúctiles mientras que el hormigón es frágil que tiene baja capacidad de deformación y es menos resistente a la fuerza de tensión. Esto significa que el empleo de botellas de polietileno en el hormigón es importante para aumentar la ductilidad y la resistencia a la tracción del hormigón además de reducir las grietas por contracción. Principalmente, la adición de botellas de polietileno en el hormigón como una fibra o agregado promete muchas propiedades del hormigón, además de disminuir potencialmente la contaminación ambiental y disminuir el impacto socioeconómico de los materiales plásticos.
Muchos investigadores encontraron que el empleo de fibra de sisal en el hormigón mejora la resistencia a la tracción, la ductilidad, el control de la apertura de grietas y la propagación, a la vez que permite una deformación máxima sin menos integridad. Además, la adición de fibra de sisal en el hormigón potencialmente disminuye las microfisuras y la porosidad del hormigón y reduce la falla frágil del material de construcción. Además, se informa de la incorporación de materiales de polietileno de desecho como fibra y el empleo de fibra de sisal tratada por separado en la mezcla de hormigón. Por lo tanto, es novedoso estudiar el efecto del uso de fibra de PET de desecho con fibra de sisal tratada en diferentes propiedades del hormigón. También es novedoso obtener una dosis óptima de fibra de botellas de plástico de desecho y fibra de sisal tratada que impacte positivamente en las propiedades del hormigón.
El estudio investigó el efecto del uso de diferentes dosis de fibra WWB con y sin fibra de sisal tratada en las propiedades físicas y mecánicas del concreto. También se discute en detalle su efecto en la durabilidad del concreto como en diferentes temperaturas elevadas y ambientes ácidos. Como lo indican los resultados, el refuerzo del concreto con WWB y fibras de sisal tratadas disminuye la densidad fresca y en una solución de HCl al 5%, proporciona mayor resistencia y menor pérdida de masa en comparación con el concreto de control. Además, el hormigón WF25 aumentó la resistencia a la compresión en un 34,6 %, 7,42 % y 3,6 %, respectivamente, a los 28, 56 y 180 días de edad, mientras que la muestra de hormigón WF100 incrementó considerablemente la resistencia a la tracción por hendidura del hormigón en un 26,67 %, en comparación con la mezcla de hormigón de control. El hormigón con WWB sin fibra de sisal tratada redujo la absorción de agua, aumentó la pérdida de masa y disminuyó la resistencia a temperaturas elevadas de 200, 300 y 400 °C.
Por lo tanto, este estudio es importante para implementar un mejor rendimiento de los materiales de construcción mediante WWB y fibras de sisal tratadas, además de contribuir a la reducción de la contaminación de las botellas de plástico.
En general, el presente estudio concluyó que la incorporación de fibra WWB y fibra de sisal tratada en el hormigón mejora las propiedades mecánicas y de durabilidad del mismo, en comparación con el uso exclusivo de fibra WWB. Por lo tanto, este estudio es fundamental para mejorar el rendimiento de los materiales de construcción mediante el uso de fibra WWB y de sisal tratada, además de contribuir a la reducción de los residuos de botellas de plástico en el medio ambiente.
[Este contenido procede de Nature Lee el original aquí]