Innovación textil: aprovechamiento de residuos agrícolas para crear fibras del futuro

La fabricación de ropa con algodón, que requiere un uso intensivo de agua, tiene un gran impacto en el clima. Por ello, en los últimos años se ha puesto de moda la celulosa procedente de otras materias primas como un método de producción textil que optimiza el uso de los recursos. Hasta ahora, los esfuerzos se han centrado en la celulosa derivada de la madera. Sin embargo, en un estudio publicado recientemente, investigadores investigaron una vía diferente para la fabricación de fibra de celulosa: el uso de residuos agrícolas, abundantes en Suecia.
Los investigadores probaron cáscaras de avena, paja de trigo, pulpa de patata y pulpa de remolacha azucarera. La cáscara de avena y la paja de trigo resultaron ser las más eficaces para desarrollar una pulpa, llamada pulpa disolvente, que se utiliza para fabricar ropa.
“Con este método, que desarrollamos en mayor profundidad en este estudio, demostramos que se puede fabricar pulpa textil a partir de ciertos residuos agrícolas”, afirma Diana Bernin, profesora adjunta del Departamento de Química e Ingeniería Química de Chalmers e investigadora principal del estudio. “Este es un paso importante para poder crear textiles a partir de residuos en lugar de usar algodón, que no es respetuoso con el medio ambiente, o madera, un material que queremos utilizar para tantas cosas, a la vez que necesitamos preservarlo para el bien del clima”.
El equipo utilizó la pulpa de sosa como parte del proceso. Esto significa que la materia prima se hierve en lejía, lo que hace que la fabricación sea más sostenible.
“La lejía no contiene toxinas ni sustancias que afecten a la naturaleza”, explica. “La pulpa con sosa no funciona con fibras de madera, por lo que fabricar pulpa textil a partir de paja de trigo y cáscaras de avena requiere menos productos químicos que fabricar celulosa de origen forestal. También es un procedimiento más sencillo, en parte porque no requiere procesamiento como el astillado y el descortezado. Además, aumenta el valor económico de la avena y el trigo, ya que los restos de su producción se pueden utilizar como materia prima para la extracción de celulosa”.
Bernin afirma que es probable que otros residuos agrícolas puedan utilizarse para la fabricación textil utilizando el método desarrollado por su equipo. Actualmente participa en un proyecto internacional que, utilizando el método de este estudio, ha descubierto que la torta de prensado de pasto de los campos funciona muy bien para crear pulpa soluble.
En estudios posteriores que aún no se han publicado, los investigadores han dado un paso más hacia la aplicación práctica de las pulpas solubles, creando fibras textiles a partir de pulpa de trigo y tortas de prensado de hierba.
A largo plazo, Bernin ve buenas oportunidades para utilizar la industria de pulpa y papel, que ya cuenta con tecnología y procesos establecidos, para producir pulpa soluble a partir de desechos agrícolas.
"Si podemos aprovechar nuestra industria existente y adaptar sus procesos en lugar de construir nuevas instalaciones de producción, ya habremos avanzado mucho", afirma.
La autora principal del estudio es Joanna Wojtasz, ex investigadora postdoctoral en Chalmers y ahora investigadora en la empresa de innovación Tree To Textile, que es uno de los socios del proyecto.
“El estudio demuestra que los residuos agrícolas tienen un gran potencial”, afirma Wojtasz. “Realmente no deberíamos desaprovechar la oportunidad de utilizar este tipo de flujos de celulosa para nuestra futura ropa”.
[Este contenido procede de Recycling Magazine Lee el original aquí]