Invertir en residuos: mucho más que una moda pasajera
La economía circular empieza a abrirse camino en España. Sin embargo, todavía no es suficiente, ya que en 2020 nuestro país incumplió el objetivo europeo de reciclar el 50% de los residuos domésticos, tal y como han denunciado 16 organizaciones cívicas, ecologistas y de prevención de residuos. Esta tasa de reciclado, que en España parece todavía no estar en línea con las exigencias europeas, deberá incrementarse hasta el 55% en 2025 y llegar hasta el 65% en 2035. Para ello, desde el Gobierno han incluido en los PGE (Presupuestos Generales del Estado) una serie de subvenciones dirigidas a financiar inversiones en materia de gestión de residuos dentro del componente de Política Industrial de España 2030. En concreto, el importe total de las inversiones en materia de residuos asciende a 421,12 millones de euros que deberán ir destinados a la implantación de nuevas recogidas separadas o la construcción de instalaciones específicas de tratamiento de los biorresiduos, entre otras.
Esta tendencia es compartida en toda la Unión Europea y, en algunos países, incluso en mayor medida. Los planes y fondos para luchar contra el cambio climático y la sostenibilidad se incrementan cada día en Europa, lo que lleva a las compañías a orientar su estrategia hacia este camino. Pero dentro del cambio climático y la sostenibilidad, la gestión de residuos es una de las prioridades para poder cumplir con los objetivos europeos, lo que abre la puerta a numerosas oportunidades para los inversores a largo plazo.
Las razones para invertir en la gestión de residuos La necesidad de tratar los residuos que resultan de la actividad humana es hoy en día más importante que nunca. Además, ya no es suficiente con reciclar, sino que también se pretende poder dar una nueva vida y reutilizar los recursos que emplea la sociedad. Así lo apuntó Toby Gibb, Global Head of Investment Directing Equities de Fidelity durante BIOS, el evento de inversión organizado por Finect. Para Gibb, coinciden tres circunstancias distintas que ponen de manifiesto el valor y la relevancia de este sector: el incremento de la cantidad de residuos generados, la preocupación medioambiental para tratar, reciclar o reutilizar tales residuos y la complejidad de su tratamiento. Este tipo de inversiones se presentan, por tanto, como una opción de diversificación para carteras posicionadas en otros sectores que ahora están más de moda como la tecnología o la ciberseguridad, ya que, según Fidelity, la “regulación, normativa y medidas impuestas por las autoridades pertinentes en relación al tratamiento de los residuos”, así como “la escasez de recursos y la necesidad de reciclarlos o reutilizarlos” potencian el crecimiento de este sector.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Confidencial. Lee el original aquí]