La ciudad de Nueva York reducirá la cantidad de residuos de alimentos destinados al vertedero convirtíendolos en energía.

La semana pasada, el vicealcalde Cas Calloway anunció que la ciudad se asociará con Waste Management para entregar los restos de comida orgánica a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Newtown Creek en el que se añadirán los lodos de aguas residuales para aumentar la producción de biogás. El biogás se convertirá en gas natural renovable para uso residencial y comercial a través de una asociación con National Grid, una compañía internacional de electricidad y energía. 

A través de este proyecto, se producirá la energía suficiente para dar calor a casi 5.200 hogares de la ciudad de Nueva York y reducir los gases de efecto invernadero anuales (GEI) por más de 90.000 toneladas métricas, el equivalente a retirar casi 19.000 coches de las carreteras. Además, el proyecto ayudará a la ciudad a alcanzar su meta del PlaNYC de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% para el año 2017 en el municipio de NY, una meta que comprende más del 50% del objetivo del plan.

El Departamento de Protección Ambiental de la Ciudad de Nueva York utiliza alrededor del 40% del biogás producido en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Newtown Creek. La nueva asociación con National Grid ayudará a asegurar que el 100% del biogás producido se convierte en energía, lo que significa que no va a contribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero de la planta. El proyecto será financiado por National Grid. La construcción de un sistema de purificación de biogás se iniciará en 2014. El sistema va a purificar el 60% restante de la planta de biogás que produce.

"Este es de los primeros proyectos de energías renovables que harán posible utilizar parte de los 5 millones de litros de aguas residuales que los neoyorquinos generan todos los días", dijo el vicealcalde Holloway. 

El mes pasado, la ciudad de Nueva York el alcalde Michael Bloomberg anunció que los restaurantes que participaron en el Food Waste Challenge de la ciudad evitaron más de 2.500 toneladas de residuos de alimentos destinados a los vertederos durante los primeros seis meses del programa. Más de 100 restaurantes participan en el programa, que es de carácter voluntario para ayudar a reducir el desperdicio de alimentos destinados a vertederos. Más de 50 de los restaurantes participantes ya han alcanzado el objetivo de evitar un 50%  de desechos. 

Los desperdicios de alimentos son un gran problema mundial, ya que casi la mitad de los alimentos producidos se desperdicia. Un informe del Instituto de Ingenieros Mecánicos con sede en Londres estima que  se desperdicia del 30 al 50% de los cuatro millones de toneladas de alimentos que se producen cada año en todo el mundo (de 1,2 a 2 mil millones de toneladas métricas).

En los países desarrollados, los residuos de alimentos se debe a comportamiento del consumidor y al por menor. Entre el 30 y 50% de todos los alimentos comprados en los países desarrollados se tira por los consumidores.

Toda la comida que se tira y termina en los vertederos contribuye al cambio climático: la comida podrida produce metano, un GEI que un potencial de calentamiento 20 veces mayor que el dióxido de carbono. Según la Environmental Protection Agency (EPA), más del 97% de los alimentos desechados terminan en los vertederos. El metano es el segundo GEI con más presencia en los EE.UU. emitido por las actividades humanas, y en 2010, el metano representaba aproximadamente el 10% de todas las emisiones de GEI de los EE.UU. las actividades humanas. Los EE.UU. es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo.