La gestión de residuos se encuentra entre las actividades esenciales del Decreto Ley 10/2020
El BOE extraordinario publicado el 29 de marzo a última hora de la noche recoge el Real Decreto Ley 10/2020. En este decreto se regula un permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales. Su objetivo es reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID-19.
El texto legal tiene efecto desde el 30 de marzo y hasta el próximo 9 de abril. En él se enumeran las actividades a las que no se aplica el Real Decreto, por ser consideradas esenciales. Entre ellas se incluyen la gestión de residuos y las actividades de descontaminación.
En el punto 18 del anexo del Decreto se indica que no será objeto de aplicación el permiso retribuido a los trabajadores por cuenta ajena “que presten servicios de limpieza, mantenimiento, reparación de averías urgentes y vigilancia, así como que presten servicios en materia de recogida, gestión y tratamiento de residuos peligrosos, así como de residuos sólidos urbanos, peligrosos y no peligrosos, recogida y tratamiento de aguas residuales, actividades de descontaminación y otros servicios de gestión de residuos y transporte y retirada de subproductos o en cualquiera de las entidades pertenecientes al Sector Público, de conformidad con lo establecido en el artículo 3 de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público”.
La redacción del texto podría dar lugar a distintas interpretaciones. Algunas asociaciones y figuras relevantes del sector ya han manifestado que la gestión de residuos se encuentra entre las actividades consideradas como esenciales. También se están realizando las consultas oportunas para aclarar la situación en aquellas actividades de gestión de residuos que no quedan claramente mencionadas.
Ya la semana pasada Euric y FEAD hacían un llamamiento a las autoridades de la UE para que reconociesen el papel esencial de la industria del reciclaje y la gestión de residuos en la protección de la salud humana y el medio ambiente y en la garantía del suministro de materias primas secundarias.
Sin duda, en la actual situación la gestión eficaz de residuos resulta clave para reducir al mínimo los efectos del COVID-19 en la salud humana y el medioambiente pero también en el buen funcionamiento de otras actividades que se consideran esenciales para la sociedad.