El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) explica en el informe de marzo de la Economía Circular del Papel que en España se "plantan muchos más árboles de los que se cortan" ya que "la superficie forestal en España ha crecido de 13,8 millones de hectáreas a 18,2 en los últimos 25 años".

Sobre este aspecto se desglosa que  ”el 83% de la madera para papel procede de plantaciones locales y  su gestión genera empleo en el ámbito rural”; -suponen casi 6.000 empleos directos relacionados con los trabajos de repoblación y selvicultura de los cultivos de madera-.

Casi el total de esos empleos están relacionados con las plantaciones de eucalipto para papel y el resto a las plantaciones de pino (ocupan 487.510 hectáreas) destinadas a la producción papelera y también hay que sumar 19.430 empleos indirectos relacionados con la maquinaria, el transporte o los talleres.

La geografía española “destaca por contar con buenas condiciones climáticas para el cultivo de madera y superficie baldía por el abandono de labores agrícolas” apostilla el texto.

El informe de la Economía Circular del Papel subraya que “España llega a un  3% del PIB en el país con su industria de la cadena del papel por lo que lo sitúa como el segundo en Europa en estas acciones tan sólo por detrás de Alemania”.

En datos más concretos, detalla que la industria  papelera de la Península Ibérica supone “una facturación de 31.000 millones de euros, 219.000 empleos directos, 657.000 empleos directos y 12.800 empresas”.

Los residuos que se generan durante el proceso de fabricación del papel, tanto a partir de fibra nueva como
reciclada, son relevantes en diversas industrias y también se utilizan como combustible en la propia fábrica.

El informe explica que de entre todos los sectores industriales españoles, el papelero es “el que más produce y utiliza energía renovable procedente de la biomasa” ya que supone “un 32% de los combustibles utilizados”.

Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) y la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel),  “el sector papelero produce la energía que consume”.

En el caso del agua, -uno de los elementos que forman parte del proceso papelero-  también se “reutiliza y se recicla” ya que advierte que tan sólo el 5-10% de agua utilizada se consume en el proceso porque se evapora o incorpora al producto mientras que el porcentaje restante se devuelve depurada.

Otra de los asuntos que recalca este texto es que “ya es hora de dejar atrás la filosofía del usar y tirar y caminar hacia un modelo circular en el que los residuos se transforman en recursos con el fin de buscar eficiencia a lo largo de todo el ciclo”.

La Península cuenta con eficientes sistemas de recogida y tratamiento con los que recogen para reciclar “4,3 millones de toneladas de papel y cartón, el 70% del consumo”.

A día de hoy el ecodiseño es “una potente herramienta de innovación porque permite a los productos papeleros liberar su potencial medioambiental” ya que ahora “son naturales, renovables, reciclables y biodegradables”.

Las características que tienen las bolsas de papel y los envases de cartón son ya “sustitutivos respecto a otros materiales que no presentan esas características mencionadas”.

Es destacable el proyecto MainStream del Foro Económico Mundial que cuenta con tres programas piloto para avanzar hacia la economía circular, ya ha seleccionado para uno de ellos el papel y el cartón “para consolidar un conjunto de normas de ecodiseño universales y fáciles de usar”.

La Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (Repacar) apunta que hay ya un centenar de empresas que facturan algo más de 700 millones de euros y dan empleo a más de 3.000 personas.

Finalmente el informe  solicita “trabajar en la motivación ciudadana y para ello pide a los ayuntamientos que informen en sus webs sobre los resultados de la participación ciudadana en el reciclaje y sobre el destino final de los residuos que se han recogido de forma selectiva”.