La OCDE acuerda actualizar los requisitos para las exportaciones de residuos plásticos
Los países de la OCDE han acordado actualizar las reglas sobre la exportación de residuos plásticos peligrosos para su reciclaje, de acuerdo con los cambios internacionales. Así, a partir de ahora será necesario el consentimiento previo de los países de destino antes del envío. Sin embargo, en el seno de la OCDE no se llegó a un consenso sobre la actualización de las normas para la exportación de los residuos plásticos no peligrosos. Los países de la OCDE han acordado revisar la situación de los residuos plásticos no peligrosos en 2024. Las reglas de la OCDE se aplican a todo el comercio de residuos destinados a operaciones de recuperación y reciclaje entre los 37 países miembros de la organización.
Este resultado significa que, si bien todos los países de la OCDE deberán obtener el permiso de los países de destino antes de enviar residuos plásticos peligrosos, no habrá controles específicos de la OCDE sobre el envío de residuos plásticos no peligrosos entre los países miembros. En cambio, los países de la OCDE conservarán el derecho de definir requisitos para dichos envíos de acuerdo con la legislación nacional y el derecho internacional.
Si bien cada país de la OCDE puede decidir qué controles aplicar a los envíos de residuos plásticos no peligrosos, se han comprometido a informar a la Secretaría de la OCDE de sus decisiones. Asimismo, la lista de controles aplicados se pondrá a disposición del público para garantizar la transparencia. En este sentido, los residuos plásticos no peligrosos incluyen tanto las fracciones puras, formadas por un solo polímero, donde el reciclaje deja pocos residuos, como las corrientes de residuos plásticos mixtos donde el reciclaje deja subproductos que deben eliminarse adecuadamente.
Los miembros de la OCDE celebraron una serie de reuniones entre julio de 2019 y julio de 2020 para discutir cómo actualizar las reglas sobre la circulación de residuos plásticos entre países miembros. Ello se produjo, a raíz de las enmiendas relativas a residuos plásticos realizadas en mayo de 2019 al Convenio de Basilea sobre el Control de Movimientos Transfronterizos de Residuos peligrosos. Este convenio rige los envíos de residuos a nivel internacional.
El Convenio de Basilea, con 187 miembros adheridos, está en vigor desde 1992. Establece controles sobre el envío de residuos con el objetivo de proteger la salud humana y el medio ambiente. Los cambios acordados en 2019 entrarán en vigor en enero de 2021 y pueden suponer un disminución del comercio mundial de residuos plásticos. Las reglas de la OCDE permiten a los países miembros intercambiar residuos para reciclaje de una manera ambientalmente racional y económicamente eficiente. Permitir que los desechos se traten en países con una ventaja de costos en la clasificación o el reciclaje, puede ayudar a impulsar las tasas de reciclaje globales. También, a fortalecer los mercados secundarios de plásticos. Asimismo, las reglas de la OCDE proporcionan un marco para el comercio de residuos. Tanto desde o hacia cualquier miembro de la OCDE que no forme parte del Convenio de Basilea. Como es el caso de Estados Unidos.
Aproximadamente el 2% de los cerca de 360 millones de toneladas de residuos plásticos que se producen a nivel mundial cada año, se exporta, según la ONU. Los volúmenes totales de residuos plásticos comercializados se desplomaron después de que China introdujera restricciones a las importaciones a principios de 2018. Sin embargo, los envíos aumentaron a destinos alternativos que no siempre están bien equipados para gestionar los subproductos del reciclaje de plásticos.
Así, la búsqueda de nuevos mercados de reciclaje llevó a mayores flujos de residuos plásticos a Tailandia, Malasia, Vietnam, India y Turquía, un país miembro de la OCDE. En este sentido, otros importantes importadores de residuos plásticos para reciclaje de la OCDE son Estados Unidos, Corea, Canadá y países de la UE.
La actualización de las reglas de la OCDE significa que los desechos plásticos peligrosos permanecerán sujetos al procedimiento de control «Ámbar» de la OCDE. Según el mismo, el envío depende de un procedimiento de consentimiento previo. Pero para los desechos plásticos no peligrosos, cada país de la OCDE conserva su derecho a controlar los desechos. De conformidad con el derecho nacional e internacional. La situación de los residuos plásticos no peligrosos se revisará en 2024. La OCDE brindará todo el apoyo adecuado a sus miembros con la esperanza de que sea posible llegar a un acuerdo.
[Esta noticia fue publicada originalmente en Mundoplast. Lee el original aquí]