La situación de los residuos de la construcción motivan una jornada en Canarias
Durante la jornada se indicó que apenas el 10% de los residuos de la construcción y obras de desmonte se recupera y procesa. Así, la inmensa mayoría de estos desechos acaba en vertederos por dos razones fundamentales: el menor coste de este procedimiento (sobre 2 euros por tonelada) y la falta de infraestructuras adecuadas para el tratamiento en las Islas.
Esta realidad está, pues, lejos de los objetivos marcados por el Anteproyecto de Ley de Residuos, para 2020, que sitúan las cifras de reutilización y reciclado de residuos no peligrosos de este tipo en un 70% de los producidos.
La oportunidad que ofrece el PTEOR para desarrollar en Tenerife una actividad económica rentable ligada a la recuperación de los residuos del sector de la construcción ha sido el eje central de la Jornada.
Martín apuntó la necesidad de delimitación de los plantes generales de ordenación (PGO) por parte de los entes municipales en cuanto a los espacios para la instalación de empresas de tratamiento de residuos. Tal y como indicó, “la actual regulación da un margen muy amplio a las corporaciones locales para incentivar la actividad privada en este ámbito, ya que pueden destinar suelo rústico no agrícola como puntos para el desarrollo de este tipo de actividades. Además, ahora lo podemos hacer con más facilidad, dado que la mayoría de los planes están aún por aprobar”.
En relación a la tercera etapa del proceso de recuperación de los residuos, llevado a cabo en las plantas de tratamiento, el PTEOR recoge la necesidad de poner en marcha hasta 3 instalaciones, con una capacidad para tratar cada una 300.000 toneladas al año antes de 2016. Además, otras dos oportunidades de negocio se encontrarían en los dos eslabones de la cadena de reciclaje: el que se desarrolla en las estaciones de transferencia y el de las plantas de gestión.
Sobre este punto, el jefe del Servicio Técnico de Sostenibilidad, Recursos y Energía del Cabildo de Tenerife, Francisco Hernández, explicó que el Plan prima la iniciativa privada, frente a la alternativa de desarrollar un sector público en esta materia, “precisamente con el objetivo de generar nuevos yacimientos de actividad económica y de creación de puestos de trabajo por parte de las empresas”.
La falta de negocios en relación al reciclaje se deja ver en el resto del país, ya que sólo hay un centenar de instalaciones de reciclaje y la gran mayoría de ellas son simples plantas móviles de trituración que, o bien se desplazan a las obras, o disponen de una ubicación fija donde reciben los residuos para reciclar.
Barreras en Canarias
El técnico de Medio Ambiente de la Cámara, Javier Concepción, explicó la necesidad de tener en cuenta las peculiaridades de los materiales de construcción empleados en Canarias. Así, el el director técnico de la empresa Reciclaje de Escombros de Canarias (REC), Andrés Sanz Fernández, indicó que el tipo de ladrillo que se emplea en las Islas, a base de picón, dificulta su separación del hormigón. Además, señaló la limitación del espacio y la falta de concienciación como una de las barreras para desarrollar una actividad empresarial rentable en materia de reciclaje.
Los residuos en cifras
La información resultante de un estudio elaborado por el Gremio de Entidades del Reciclaje de Derribos (GERD), con la colaboración de todas las empresas asociadas, señalan que, en nuestro país, el sector de la construcción produce 39 millones de toneladas al año.
Estas cifras se traducen en que, cada español generaría anualmente 0,9 toneladas, aunque se registran notables diferencias entre Comunidad Autónoma.
En el caso de Tenerife, cerca del 60%, unos 24 millones de toneladas anuales, provienen de obras de demolición y mantenimiento de infraestructuras públicas y su composición en material pétreo, hormigón, y cerámica, supera el 80% de su contenido.
El 40% restante, unos 16 millones de toneladas al año, son residuos mixtos de nueva edificación, reforma y reparación, que contienen un volumen muy importante de envases y embalajes, cartón, maderas, plásticos y voluminosos, conjuntamente con restos de otros materiales de construcción.
Esta realidad está, pues, lejos de los objetivos marcados por el Anteproyecto de Ley de Residuos, para 2020, que sitúan las cifras de reutilización y reciclado de residuos no peligrosos de este tipo en un 70% de los producidos.
La oportunidad que ofrece el PTEOR para desarrollar en Tenerife una actividad económica rentable ligada a la recuperación de los residuos del sector de la construcción ha sido el eje central de la Jornada.
Martín apuntó la necesidad de delimitación de los plantes generales de ordenación (PGO) por parte de los entes municipales en cuanto a los espacios para la instalación de empresas de tratamiento de residuos. Tal y como indicó, “la actual regulación da un margen muy amplio a las corporaciones locales para incentivar la actividad privada en este ámbito, ya que pueden destinar suelo rústico no agrícola como puntos para el desarrollo de este tipo de actividades. Además, ahora lo podemos hacer con más facilidad, dado que la mayoría de los planes están aún por aprobar”.
En relación a la tercera etapa del proceso de recuperación de los residuos, llevado a cabo en las plantas de tratamiento, el PTEOR recoge la necesidad de poner en marcha hasta 3 instalaciones, con una capacidad para tratar cada una 300.000 toneladas al año antes de 2016. Además, otras dos oportunidades de negocio se encontrarían en los dos eslabones de la cadena de reciclaje: el que se desarrolla en las estaciones de transferencia y el de las plantas de gestión.
Sobre este punto, el jefe del Servicio Técnico de Sostenibilidad, Recursos y Energía del Cabildo de Tenerife, Francisco Hernández, explicó que el Plan prima la iniciativa privada, frente a la alternativa de desarrollar un sector público en esta materia, “precisamente con el objetivo de generar nuevos yacimientos de actividad económica y de creación de puestos de trabajo por parte de las empresas”.
La falta de negocios en relación al reciclaje se deja ver en el resto del país, ya que sólo hay un centenar de instalaciones de reciclaje y la gran mayoría de ellas son simples plantas móviles de trituración que, o bien se desplazan a las obras, o disponen de una ubicación fija donde reciben los residuos para reciclar.
Barreras en Canarias
El técnico de Medio Ambiente de la Cámara, Javier Concepción, explicó la necesidad de tener en cuenta las peculiaridades de los materiales de construcción empleados en Canarias. Así, el el director técnico de la empresa Reciclaje de Escombros de Canarias (REC), Andrés Sanz Fernández, indicó que el tipo de ladrillo que se emplea en las Islas, a base de picón, dificulta su separación del hormigón. Además, señaló la limitación del espacio y la falta de concienciación como una de las barreras para desarrollar una actividad empresarial rentable en materia de reciclaje.
Los residuos en cifras
La información resultante de un estudio elaborado por el Gremio de Entidades del Reciclaje de Derribos (GERD), con la colaboración de todas las empresas asociadas, señalan que, en nuestro país, el sector de la construcción produce 39 millones de toneladas al año.
Estas cifras se traducen en que, cada español generaría anualmente 0,9 toneladas, aunque se registran notables diferencias entre Comunidad Autónoma.
En el caso de Tenerife, cerca del 60%, unos 24 millones de toneladas anuales, provienen de obras de demolición y mantenimiento de infraestructuras públicas y su composición en material pétreo, hormigón, y cerámica, supera el 80% de su contenido.
El 40% restante, unos 16 millones de toneladas al año, son residuos mixtos de nueva edificación, reforma y reparación, que contienen un volumen muy importante de envases y embalajes, cartón, maderas, plásticos y voluminosos, conjuntamente con restos de otros materiales de construcción.
Via La Tribuna de Canarias
Diego MP (cc)
Tenerife