La UNAM anuncia un proceso para conseguir hidrógeno a partir de residuos de tequila
Si bien hasta el momento la industria no tenía en cuenta este desecho, podría servir como materia prima para conseguir hidrógeno, consumido por fuego y considerado como una fuente de energía limpia. El impulsor del procedimiento que desarrolla esta idea fue el doctor Germán Buitrón Méndez, que trabaja en el Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamiento de Aguas, en la Unidad Juriquilla de la UNAM, en Querétaro. El científico ya anunciaba en abril el desarrollo de un proyecto con estos fines, tal y como anunciaba gestoresderesiduos.org.
En este estado es donde se celebró el XIV Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería, lugar elegido para presentar públicamente el proyecto, delante de más de 300 expertos. El investigador mexicano explicó que las mejores condiciones para la obtención de hidrógeno a partir de las aguas residuales se encontraron “a 35 grados centígrados, un tiempo de reacción de 6 horas, pH –o nivel de acidez- de 5.5 y carga orgánica de 5 gramos por litro”.
La importancia de esta iniciativa, financiada con un fondo sectorial de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), radica en la relevancia del hidrógeno y de lo que se hace actualmente con las aguas de desecho del tequila.
Así, en los últimos años, con el descenso en la extracción de petróleo y el aumento de la demanda de energía, son muy numerosos los intentos para conseguir que el hidrógeno se convierta en una de las fuentes de energía del futuro. El interés que despierta este gas se debe a que presenta una alta capacidad para generar calor con poca cantidad y, además, es transportable y como producto de su combustión sólo se genera agua
El hidrógeno puede ser obtenido de diferentes aguas residuales, es decir, de aguas de desecho industrial o doméstico que contengan materia orgánica, como es el caso de las vinazas del tequila. Uno de los problemas que existe y que parece resolver parcialmente el estudio de la UNAM es que generalmente la cantidad de H2 que se recupera con los procedimientos actuales es apenas de entre 20% ó 30 % de todos los electrones que se podrían aprovechar de las aguas residuales. Para que estas aguas se conviertan en hidrógeno hace falta el trabajo de algunas bacterias, pero también influye el tipo de materia que hay en el agua, el nivel de acidez y la temperatura. Anteriormente se habían hecho experimentos de aguas con azúcares, almidones y celulósicos, pero las vinazas del tequila resultaron ser hasta ahora una de las mejores opciones, sobre todo cuando se utiliza, como apoyo, a una bacteria de la industria cervecera.
Via La Crónica de Hoy
Foto de rob_rob2001 (cc)
Querétaro, México