La Universidad de Huelva propone usar residuos azucareros o de biomasa para recuperar suelos contaminados por la actividad minera
Un equipo de investigación formado por científicos de la Universidad de Huelva (UHU) y técnicos de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) de la Junta de Andalucía ha propuesto el uso de materiales de bajo costo y sostenibles, como espuma de azucarera (residuos procedentes del refinado de la remolacha) o cenizas de biomasa, para alcalinizar suelos ácidos afectados por la actividad minera. El estudio se ha realizado en el actual complejo de cementación de Las Viñas (Sotiel Coronada, Calañas), localizado en terrenos anexos a una mina abandonada parcialmente recuperada y situada en la cuenca de drenaje de la futura presa de Alcolea, según ha informado la universidad en una nota de prensa.
Desde tiempos prehistóricos la Faja Pirítica Ibérica ha sido centro de actividad minera para distintas civilizaciones. Durante siglos, los procedimientos para la obtención de cobre principalmente han supuesto una importante factura ambiental en el territorio. Esta intensa actividad milenaria ha dejado un legado de enormes volúmenes de residuos ricos en sulfuros e instalaciones a cielo abierto o subterráneas inundadas en más de cien minas abandonadas. Se calcula que cerca de 4.800 hectáreas de este cinturón pirítico que se extiende desde las proximidades de Sevilla al sur de Lisboa están ocupados por enormes pilas de roca de desecho, cortas o depósitos de lodos.
La exposición al medio ambiente de estos materiales ricos en sulfuro provoca un proceso denominado Drenaje Ácido de Minas (AMD), donde estos desechos mineros ayudan a la formación de aguas ácidas, ricas en sulfatos y metales pesados, aguas contaminadas que llegan a los cursos de los ríos ubicados en sus inmediaciones. El Tinto y el Odiel, desde su nacimiento hasta su desembocadura en la ciudad de Huelva, son un ejemplo de acidificación como consecuencia de la actividad minera.
La construcción de la presa de La Alcolea, con una capacidad de 274 hectómetros cúbicos, en una zona próxima a la presencia de este complejo minero, ha llevado a la UHU y la Junta a estudiar la recuperación de estos suelos con técnicas de bajo coste y respetuosas con el medio ambiente. Así lo describen en un artículo que saldrá publicado el próximo mes de febrero en la revista Chemosphere bajo el título “Assessing the quality of potentially reclaimed mine soils: Environmental implications for the construction of a nearby water reservoir”.
"El objetivo de esta investigación ha sido caracterizar estos suelos para evaluar su potencial impacto ambiental, especialmente en la calidad del agua del futuro embalse", han indicado los investigadores quienes han añadido que "la ausencia de vegetación puede aumentar las tasas de liberación de contaminantes y transporte de partículas durante episodios de lluvia que podrían afectar a la calidad de las aguas del embalse".
Tras el estudio, los investigadores concluyen que se deben adoptar medidas de remediación, enfocadas a la limpieza y el encalado de los suelos para promover la colonización y la sucesión de vegetación, evitando así la erosión del suelo y limitando la liberación de metales pesados a la hidrosfera. Entre otras, el artículo propone la aplicación de residuos alcalinos, como una espuma procedente del refinado de azúcar (a partir de remolacha), cenizas de combustión de biomasa y cenizas volantes de combustión de carbón.