Las ciudades españolas progresan en la implementación de los ODS, con retrasos en reutilización y desperdicio de alimentos
A pesar de las dificultades que ha supuesto la crisis del coronavirus, la apuesta por el desarrollo sostenible de los ayuntamientos en España se ha mantenido. De hecho, casi todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible han experimentado en los últimos dos años un enorme avance en las ciudades españolas. Esta es una de las principales conclusiones del informe Los ODS en 100 ciudades españolas, que acaba de publicar la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), en colaboración con Ecoembes y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
“En estos años ha habido un increíble avance en el compromiso de las ciudades españolas con el desarrollo sostenible. Estamos hablando de un compromiso real y contundente con la Agenda 2030″, ha subrayado la presidenta de REDS, Leire Pajín, en la presentación del informe, que analiza 103 ciudades españolas en las que viven 21,5 millones de personas, cerca del 50% de la población. Además, en el evento también ha participado la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra y los alcaldes de urbes como Vitoria, Teruel, Cáceres y Toledo.
El diagnóstico global del grado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las ciudades españolas, que ha sido coordinado por los académicos Inés Sánchez de Madariaga y Javier Benayas, concluye que la mayoría de los indicadores (82%) se encuentran a mitad de camino y en una transición progresiva hacia la sostenibilidad. Aunque por ahora solo se ha conseguido alcanzar un grado de cumplimiento satisfactorio en el 11,30% de los ODS en determinadas ciudades, es necesario recordar que la Agenda 2030 tiene solo cinco años y solo el 6,6% de los indicadores presenta niveles bajos de progreso en algunos municipios. Es decir, que el diagnóstico global, según ha apuntado Benayas, es que España va “por el buen camino”, aunque aún queda “mucho por hacer”.
En concreto, entre los ODS con un mayor grado de cercanía a su cumplimiento destacan el ODS 3 (Salud y bienestar) y el ODS 4 (Educación de calidad), con 28 y 22 ciudades que consiguen alcanzar los valores más altos. Les sigue el ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas) y el ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos), con 19 y 18, respectivamente. Por último, los ODS 6 (Agua y saneamiento), 7 (Energía asequible y sostenible) y 13 (Acción por el clima) presentan el rendimiento más alto en 13-15 ciudades.
Además, el ODS 12 (Consumo y producción sostenible) ha sido analizado en profundidad en un capítulo específico, reflejando otra novedad de esta segunda edición del informe. Y es que, al ser uno los ODS con un enfoque más transversal desde una perspectiva sistémica, presenta importantes desafíos para transitar hacia modelos económicos y sociales más circulares y sostenibles, donde el papel de los gobiernos locales es clave respecto a la gestión de los residuos, la reducción de las pérdidas y del desperdicio alimentario a nivel local, y el uso sostenible de los recursos naturales. En este punto, el informe destaca que el progreso de las urbes españolas es alto sobre todo en materia de reciclaje, pero advierte del importante margen de mejora que hay todavía, especialmente con respecto a a la reutilización y la lucha contra el desperdicio alimentario.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Ágora. Lee el original aquí]