Las ciudades inteligentes deben integrar la economía circular

La urbanización ha provocado una mayor explotación de los recursos y una mayor contaminación. Las ciudades inteligentes, en cambio, representan un enfoque de desarrollo con visión de futuro que aprovecha la tecnología y las últimas innovaciones para abordar los desafíos urbanos.
Se estima que en 2050 el 68 por ciento de la población mundial vivirá en zonas urbanas, por lo que la integración de conceptos de economía circular es esencial para la transformación tecnológica, ambiental y económica.
El marco de la economía circular para ciudades innovadoras se centra en reducir el consumo de recursos y promover el reciclaje de materiales. La planificación urbana puede apoyar esto incorporando materiales de construcción reutilizables, recursos renovables y productos reciclados.
Estos esfuerzos pueden potenciarse con tecnologías que minimicen los residuos y políticas que promuevan la gestión circular de los recursos.
Los nuevos avances tecnológicos, incluidos la Internet de las cosas, la inteligencia artificial y la cadena de bloques, son impulsores clave del desarrollo de ciudades inteligentes circulares.
Los sensores pueden monitorear la acumulación de residuos, optimizar los cronogramas de recolección y reducir costos, mientras que los algoritmos impulsados por IA pueden predecir el consumo de energía, ayudando a optimizar el uso de recursos.
Mientras tanto, la cadena de bloques mejora la transparencia y la trazabilidad de la cadena de suministro, promoviendo las compras sostenibles.
Un claro ejemplo de ello es el programa Circular City de Ámsterdam, que aprovecha la tecnología para rastrear los materiales físicos y su consumo. La estrategia circular de Ámsterdam tiene como objetivo reciclar el 67 por ciento de los residuos municipales con el objetivo de lograr la circularidad total para 2050.
Copenhague ha integrado IA en sus sistemas energéticos, lo que ha permitido reducir en un 42 por ciento las emisiones de carbono de la ciudad en la última década.
En la capital danesa, el reciclaje es una práctica habitual en el sector de la construcción, donde el 80 por ciento de los materiales de construcción se reutilizan o regeneran.
De manera similar, el proyecto NEOM de Arabia Saudita imagina una ciudad inteligente y sostenible que integra tecnologías de reducción de residuos, incluidas fuentes de energía renovables y sistemas circulares.
Las estrategias circulares pueden generar mejoras significativas en la reducción de residuos, el uso de energía y el aprovechamiento de recursos. Sin embargo, obstáculos como los altos costos iniciales, las limitaciones burocráticas y el escepticismo público impiden su adopción generalizada.
Las innovaciones en la economía circular de las ciudades inteligentes requieren la participación de los gobiernos y el sector privado como parte de asociaciones público-privadas.
Los responsables de las políticas deben establecer directrices jurídicas claras en materia de sostenibilidad que sean fácilmente comprensibles para todas las partes interesadas. Esto podría incluir la imposición del uso de materiales reciclados en los proyectos de construcción u ofrecer exenciones fiscales a los participantes en la economía circular.
La inversión en educación es igualmente importante, ya que la concientización pública puede impulsar los cambios de comportamiento necesarios para hacer realidad la economía circular.
Además, se necesita financiamiento para el desarrollo de nuevas infraestructuras y tecnologías, como redes inteligentes, fuentes de energía renovables y centros de reciclaje modernos.
Aplicar los principios de la economía circular al desarrollo de ciudades innovadoras no sólo es una opción ambientalmente responsable, sino esencial.
Con la creciente urbanización y la creciente presión sobre el medio ambiente natural, la circularidad puede servir como modelo para crear entornos urbanos sostenibles.
Podemos construir ciudades para hoy y mañana avanzando en la tecnología, fomentando el trabajo en equipo, promoviendo la educación y construyendo infraestructura.
[Este contenido procede de Arab News Lee el original aquí]