Los tapones de envases de fitosanitarios son muy peligrosos por contener restos toxicos
El tapón de un envase de productos fitosanitarios es uno de sus elementos más peligrosos por la posibilidad de contener restos de un producto tóxico y, al igual que el envase es enjuagado tres veces por el agricultor antes de su entrega para el reciclaje, no pasa lo mismo con el cerramiento.
Así lo ha asegurado Rocío Pastor, la directora general de Sigfito Agroenvases, iniciativa creada por fabricantes y envasadores de productos fitosanitarios para facilitar el cumplimiento de la gestión correcta del envase de este producto tóxico y que es obligatoria.
Pastor ha hecho hincapié en que “insistimos mucho” en que todos los envases de productos fitosanitarios se entreguen en el punto de recogida con el tapón.
La mayoría de los envases son recogidos por Sigfito Agroenvases, a excepción de los que no lleven el logotipo de esta entidad como por ejemplo los grandes envases o los productos fitosanitarios que llevan fosfuro de aluminio que siguen el sistema de depósito de devolución y retorno de envases para después pasar a una planta de gestión de residuos peligrosos.
La exclusión de los productos que llevan fosfuro de aluminio se debe a que al entrar en contacto con el agua producen un vaho, la fosfina, que es tóxico y puede ocasionar la muerte, por eso estos envases se recogen, retiran y llevan a un gestor de residuos peligrosos que los trata en seco.
La inhalación de fosfina ha sido la causante del fallecimiento de los tres miembros de una familia en Alcala de Guadaira (Sevilla), el 14 de diciembre de 2013, según el Instituto Nacional de Toxicología.
La juez que investigó la muerte de esta familia ha citado a declarar como imputados, el próximo 21 de julio, a los responsables de la empresa de gestión de residuos y de la chatarrería que presuntamente no reciclaron de forma adecuada los envases.
Pastor ha explicado que, en el caso de Sigfito, cuenta con un sistema de 3.300 puntos de recogida en cooperativas y distribuidores de insumos agrarios por todo el territorio nacional.
Los agricultores deben entregar los envases de fitosanitarios, enjuagados tres veces, junto con sus tapones, a la planta de reciclaje donde son triturados y tratados con agua.
Pastor ha detallado que si bien una pequeña cantidad de tapones siguen este mismo proceso, el grueso de estos contienen producto fitosanitario en la rebaba del cerramiento.
Por eso son incinerados, junto con el plástico en el que vienen estos envases, en una planta de valorización energética donde se mezclan con otros materiales para conseguir combustible para cementeras.
La directora general ha destacado que se opta por la incineración por ser la opción medioambiental más adecuada en este caso, ya que, de lo contrario, contaminaría demasiado el agua de lavado (al final se convierte en una especie de lodo que hay incinerar en una planta especial, la mayoría de las veces a Francia).
EFEverde
Sigfito Agroenvases