Pocos artistas pueden afirmar con tanta legitimidad como Mark O’Brien que la senda de la sostenibilidad se recorre mucho mejor si vamos calzados con los argumentos de la reutilización y el reciclaje. Este británico afincado en Manchester se considera a sí mismo “un artesano loco por el cartón” y lo demuestra con la extraordinaria calidad y cantidad de sus esculturas y obras de cartón reciclado. Entre ellas destacan sus maravillosos zapatos, botas y zapatillas de cartón, que suponemos sirven más para decoración que para ser usados, pero este artista crea de todo: maquetas, grandes robots, una armadura medieval, un equipo de música con guitarra incluida, un espectacular gallo de tamaño gigante, galletitas variadas, un casco prusiano, una cámara de fotos con gran objetivo, herramientas, armas, un buque de guerra, un buzón de correos, dos palas de ping pong gigantescas… Todo elaborado con una originalidad y un detalle fuera de serie. 

Para hacer una escultura de este tipo el ingrediente principal es el cartón de los envases como cajas de cartón corrugado, cajas de cereales y otros embalajes de cartón. Luego ya toca echar mano de la imaginación y creatividad, recortar, moldear, doblar, pegar.

El contenedor azul también da la oportunidad de otorgar una nueva vida a los envases de cartón y al papel. Introduciéndolos en su interior podrán ser convertidos, asimismo, en nuevos productos de papel y cartón.