El principio europeo de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) estuvo presente de forma permanente en las distintas actividades enmarcadas en esta iniciativa y que se plasmaron a través de vías independientes, pero complementarias.

La segunda edición de la campaña educativa “Separemos ben, reciclaremos mellor”, impulsada por la Consellería de Medio Ambiente y Sogama, y que contó con la colaboración, apoyo y respaldo de Ecoembes y los Sistemas Integrados de Gestión de pilas (Ecopilas, Ecolec y ERP), llegó a su fin, tras un año en vigor, el pasado 30 de junio, y lo hizo además con un excelente balance. Y es que más de 44.000 gallegos recibieron una formación personalizada en la correcta gestión de los residuos urbanos para propiciar su mayor participación en el reciclaje, pero también en la menor generación de basura y el máximo aprovechamiento de los productos.

AULA MÓVIL

El principio europeo de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) estuvo presente de forma permanente en las distintas actividades enmarcadas en esta iniciativa y que se plasmaron a través de vías independientes, pero complementarias.

Es el caso del aula móvil, que estuvo atendida en todo momento por educadores especializados, y que circuló de forma itinerante por 146 municipios, emplazándose a pie de calle con la intención de informar a los vecinos (más de 26.500) sobre el papel que éstos deben desempeñar para que los desechos, lejos de ser un problema, se conviertan en una oportunidad, gestionándose conforme a la normativa vigente en la materia. El fin último no es otro que promover la utilización prudente y racional de los recursos, lo que, sin lugar a dudas, contribuirá a una economía circular en la que se tenga en cuenta el ciclo de vida de los materiales y la sostenibilidad de los mismos.

No obstante, y más allá de la transmisión de información, los monitores, haciendo uso de una serie de encuestas diseñadas ad hoc, tomaron igualmente buena nota de las apreciaciones, valoraciones y comentarios de los usuarios acerca de las bondades y limitaciones del actual sistema de recogida selectiva.

Para los niños se reservó el juego gigante del reciclaje; un instrumento didáctico y pedagógico utilizado para poner a prueba los conocimientos adquiridos por los pequeños en el ámbito del reciclado y afianzar los nuevos conceptos adquiridos.

Se incidió especialmente en la diferenciación de los desechos a depositar en cada uno de los contenedores ubicados en las vías públicas, recordando que el amarillo acoge los envases de plástico, las latas y los briks (nunca plásticos que no sean envases ni envoltorios); que el azul se reserva para los envases de cartón y papel (nunca papeles de calco ni plastificados ni sucios o con restos de grasa, debiendo estar liberados de elementos accesorios tales como anillas, alambres y grapas); que el iglú verde hace acopio de los envases de vidrio (botellas, frascos y tarros), pero sin tapas ni tapones; que el contenedor específico para pilas cumple una importante función al recoger un residuo altamente contaminante y con un serio impacto ambiental si no se gestiona adecuadamente (una sola pila botón puede llegar a contaminar hasta 600.000 litros de agua); y que el recipiente verde convencional alberga la fracción resto, que Sogama valoriza energéticamente en sus instalaciones de Cerceda para convertirla en energía eléctrica, operación que lleva a cabo desde el máximo respeto al medio ambiente y la salud pública.

EL COMPOSTAJE DOMÉSTICO SE HIZO UN HUECO

También se abordaron las ventajas del compostaje doméstico como una importante vía para promover el reciclaje de la materia orgánica en las propias viviendas unifamiliares, convirtiéndola en un abono natural de alta calidad para jardines y huertos, y que viene a sustituir a los fertilizantes artificiales.

De hecho, el programa de autocompostaje de Sogama ha llegado a tener tal acogida, que a día de hoy ya cuenta con aproximadamente 3.000 hogares adheridos al mismo, a los que se han proporcionado otros tantos compostadores para que fabriquen su propio compost, pero de una forma cómoda, limpia e higiénica.

Dado que los restos orgánicos suponen en torno al 40 por ciento de la basura total producida, constituye una magnífica alternativa de tratamiento, evitando que vayan a parar a los contenedores genéricos los desperdicios orgánicos y posibilitando que los concellos disminuyan la frecuencia de recogida de los mismos, pagando menos a Sogama.

ACTIVIDADES PARA CENTROS EDUCATIVOS Y ASOCIACIONES

Para los centros escolares y asociaciones también se diseñaron actividades concretas con las que se intentó dar respuesta a sus intereses e inquietudes. De la mano de educadores, la campaña llegó a 151 centros educativos, llevando su mensaje a cerca de 17.000 alumnos de primaria y secundaria.

Respecto a las asociaciones, se cubrieron aproximadamente 60, contando con casi 700 participantes.

Todos ellos, incluidos los ciudadanos que se acercaron al aula móvil, fueron obsequiados con diverso material didáctico, divulgativo y de merchandising.

A partir de este mes, una nueva edición de la campaña entrará en escena para continuar con su labor formativa y adentrarse en otros colectivos sociales.