Meknés, de vertedero incontrolado a moderna planta de gestión de residuos
La rehabilitación del antiguo vertedero incontrolado de Meknes (Marruecos) y su transformación en un moderno centro de tratamiento de residuos, que se prevé estará totalmente operativo en el plazo de un mes, permitirá tratar entre 200.000 y 300.000 toneladas de basuras urbanas cada años.
Así se ha puesto de manifiesto hoy durante una visita organizada por la multinacional Suez, responsable de la transformación de este antigua vertedero que cada año recibía más de 185.000 toneladas de basura producida por 650.000 habitantes de la zona.
MEKNÉS, CENTRO DE INNOVACIÓN EN RSU
En la planta de Meknés, el primer centro de innovación tecnológica para el tratamiento de residuos en Marruecos y el continente africano, Suez ha implementado además la producción de biogás y compost y el tratamiento de lixiviados, líquido que se filtra de la basura y puede llegar a la tierra.
En 2014, las autoridades municipales junto al Programa Nacional para el Tratamiento de Residuos decidieron detener el vertido iniciado en 2002 y tratar los vertidos acumulados en este espacio a las afueras de la ciudad para evitar emisiones de gases que provocan el calentamiento global, labor que encomendaron a la multinacional francesa.
El director del centro de Meknés, Brice Mégard, ha afirmado tras la visita a las instalaciones que esperan que la planta esté “en total funcionamiento en un mes aproximadamente”, tras haber iniciado la puesta en marcha en abril pasado.
Los mecanismos desarrollados por Suez prevén ahora que en las instalaciones, con una extensión de 56 hectáreas, se trate y recicle entre 200.000 y 330.000 toneladas de residuos urbanos por año que llegan de Meknés y algunas poblaciones cercanas.
El desarrollo del proyecto se ha llevado a cabo en dos fases: la rehabilitación del vertedero existente y el diseño, puesta en marcha y operación de la nueva planta de tratamiento y reciclaje de los residuos sólidos urbanos.
El reciclaje de residuos se ha convertido no solo en un negocio para las empresas que se dedican a ello, sino también en un reto tecnológico para reducir el calentamiento global por medio de la generación de energía con el aprovechamiento de los gases generados por la basura una vez seleccionada y tratada, la generación de agua para regadío y compost para la agricultura y ganadería.
“Queremos ser la llave para la transformación de las ciudades como parte de la transformación global”, ha explicado el responsable de Suez para África, Oriente Medio e India, Pierre-Yves Pouliquen, en una sesión en Rabat previa a la visita de las instalaciones en Meknés.
Ello se logra por medio de “la adaptación de la tecnología y los costes a los lugares donde trabajamos”, y un compromiso con el medio ambiente, ha añadido.
INCLUSIÓN SOCIAL Y LABORAL
El proyecto de Meknés ha permitido además la inclusión social y laboral de 150 personas desfavorecidas en torno a una cooperativa.
El presidente de la cooperativa de trabajadores ha explicado que se les ha facilitado formación e instalaciones acondicionadas para la selección previa de basura (triaje) que ellos realizan y de la que sacan su sustento. Ha manifestado que esto les ha permitido la inclusión y el reconocimiento social de los que carecían.
Marruecos ha apostado por el desarrollo sostenible ante el crecimiento demográfico, la construcción de viviendas, la escasez de agua por la falta de lluvias y la industrialización de su economía y en el marco de la celebración de la próxima Cumbre del cambio climático COOP22 que se celebrará en Marrakech a partir del próximo 7 de noviembre, según indicaron durante la visita a la planta.