Objetivo: limpiar de basuras la cima del Everest (a partir de una idea española)
Una iniciativa con raíces españolas ya ha movilizado a alpinistas como Kilian Jornet, Simone Moro, Tamara Lunger o Alex Txikon, además de profesionales de distintos ámbitos. Aspiran a limpiar el Everest en cinco fases con la participación del Gobierno de Nepal, y seguir después en otras montañas.
Para llegar a la semilla de esta acción hay que remontase casi 20 años, a 2003, cuando el escalador y alpinista oscense Fernando Peralta ascendió al Cho Oyu y, a su vuelta, más que satisfacción por la cumbre lo que se trajo fue una gran preocupación por el estado en el que se encontró las montañas, con una gran cantidad de basura que no suele salir en las fotografías. “Tiendas rotas, botellas de oxígeno vacías, material abandonado… es lamentable”, explica Fernando, “y más teniendo en cuenta que los responsables de todo esto somos las mismas personas que vamos a escalar las montañas. Usamos el medio de forma egoísta, solo para alcanzar una cima, y nos despreocupamos de lo que dejamos en el camino”.
Esta preocupación caló hondo en su amigo Frédéric Kauffmann, con quien coincidió en Pirineos, si bien quedó durante mucho tiempo como una idea difícil de realizar pero también difícil de olvidar, sobre todo viendo que la situación, lejos de ir a mejor, estaba empeorando con el paso de los años y el imparable e incontrolado auge del turismo de montaña (con absurdos récords como el de 576 personas en la cumbre del Everest en solo dos días). Un día, en el invierno de 2018, Fernando estaba en Patagonia cuando recibe una llamada de Frédéric en la que le comunica que tiene la solución. Es entonces cuando nace “The NeverRest Project”, un nombre que viene, explica Fernando “porque el Everest es una montaña que nunca descansa, estamos acosándola en todo momento y llenándola de basura. El objetivo es limpiarla, dejarla descansar”.
Frédéric Kauffmann, fundador y CEO de la compañía, tiró de sus muchos hilos de contactos: «La indignación que sentía por la basura y contaminación que estamos dejando en las montañas, y que no se soluciona con unos likes en redes sociales, me llevó a formar un equipo con los mejores talentos en las distintas disciplinas, desde biología, ingeniería, creatividad…». El sueño empieza a convertirse en realidad al conseguir el apoyo de la compañía tecnológica HyperloopTT, con quien The NeverRest Project firma un acuerdo en 2021; tal y como explica su CEO, Andrés de León: “Para nosotros, apoyar este tipo de iniciativas es importante porque creemos en ello, es una obligación”.
El proyecto está planteado con un objetivo global en las montañas, pero han querido empezar por la más grande y simbólica, el Everest, que actualmente –aunque no hay datos exactos– se estima que tiene unas 50 toneladas de basura, más de 15.000 kilos de desechos orgánicos y más de 100 cadáveres humanos en sus alrededores. Un impulso importante para el proyecto ha sido contar con el apoyo del gobierno nepalí, muy consciente del gran problema que tienen en sus montañas, canalizado en el dr. Dhananjay Regmi, director de Nepal Tourism Board: «La gestión de los residuos es un gran problema, y en especial en las zonas remotas, donde no disponemos de medios para la limpieza. Necesitamos encontrar una solución permanente y sostenible».
El Sagarmatha Pollution Control Committee, la ONG encargada por el Gobierno nepalí de monitorear los residuos y gestionar medioambientalmente el Parque Nacional del Sagarmatha, situado en la región del Everest, afirmó en su memoria anual que entre 2019 y 2020 había retirado unas 7,5 toneladas de basura de expediciones en la zona de Khumbu, y más de 165 toneladas de residuos de Namche, Lukla y alrededores.
Según el IUCN World Heritage, el departamento dedicado al patrimonio mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, entre los años 2014 y 2016 el nivel de visitas anuales promedio a la región del Everest fue de 30.000 personas, mientras que entre 2018 y 2019 la cifra ascendió a 57.000, es decir que el turismo casi se duplicó en sólo tres años.
El proyecto ha recibido el apoyo de grandes figuras del alpinismo, que no han dudado en prestar su nombre e imagen como embajadores de un objetivo que comparten plenamente. “Let’s do it togehter” (“hagámoslo juntos”) exhortan en el vídeo promocional pues, como reza la campaña, esto es un trabajo de todos. Darle visibilidad y conseguir la implicación de la comunidad montañera internacional es un paso fundamental para su consecución.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de Desnivel. Lee el original aquí]