Objetos Flotantes No Identificados
Controlar la contaminación de los mares y océanos es vital para la salud de los ecosistemas costeros, no sólo es importante porque nos moleste mientras disfrutamos de un día de playa encontrarnos con un inoportuno "OFNI" (Objeto Flotante No Identificado) o porque visualmente no "quede bien". La contaminación marítima no sólo se produce por vertidos directos en el mar, mayoritariamente procede de la tierra, derivada de actividades humanas como las industriales, agrarias o del mal tratamiento de los residuos y/o las aguas residuales.
Algunos datos: el Mediterráneo es el mar del planeta con mayor concentración de hidrocarburos y residuos plásticos y en medio del Pacífico hay una isla de plásticos cuyo tamaño se estima entre 700.000 kilómetros cuadrados y 15 millones de kilómetros cuadrados (dos veces el tamaño de EE.UU)
Los residuos en el medio marino pueden producir fenómenos de eutrofización química que afecta a los recursos marinos en general y especialmente a organismos filtradores como almejas o mejillones. Las partículas de plástico se asemejan al zooplancton, comida de muchos animales marinos los cuales accidentalmente ingieren estas partículas. Las medusas consumen estas partículas y peces (que pueden acabar en nuestro plato) comen a su vez a esas medusas. También las tortugas y aves marinas se ven afectadas por la ingesta accidental de estos residuos.
Greenpeace estima que "simplemente con cumplir la normativa referida al tratamiento correcto de las aguas residuales, especialmente en las denominadas “zonas sensibles”, ya se acabaría parte de la contaminación, medida que además crearía 32.325 empleos en 10 años" y hace un llamamiento para reciclar y mantener limpias nuestras playas. Tal como indica Celia Ojeda, Responsable de Océanos y Pesca en @greenpeace_espana "Para tener una pesca sostenible, necesitamos unos océanos limpios"