Polvo de hierro: una solución prometedora contra los PFOS, los persistentes “químicos eternos”

En un estudio reciente, los investigadores descubrieron que este material industrial común superó considerablemente los métodos de tratamiento convencionales para eliminar PFOS, uno de los PFAS (sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo) más notorios y duraderos.
El creciente peligro de contaminación por PFOS
El PFOS (sulfonato de perfluorooctano), ampliamente utilizado por su resistencia al calor, al agua, al aceite y a las manchas, ha sido un elemento básico en productos que abarcan desde utensilios de cocina antiadherentes y telas impermeables hasta envoltorios de alimentos y espumas contra incendios .
A lo largo de décadas, estos productos químicos sintéticos se han introducido en el medio ambiente, contaminando el suelo, los cultivos y los suministros de agua en todo el mundo.
Conocidos por su estabilidad química, los PFOS y otros compuestos PFAS no se degradan fácilmente, de ahí su apodo: “químicos para siempre”.
Su presencia en el agua potable se ha relacionado con graves problemas de salud, como enfermedades hepáticas, disfunción inmunológica, retrasos en el desarrollo y ciertos tipos de cáncer.
Polvo de hierro vs carbón activado: un enfrentamiento sorprendente
Para abordar esta contaminación generalizada, la mayoría de los sistemas actuales de filtración de agua se basan en carbón activado.
Este material elimina el PFOS mediante adsorción, atrapando las moléculas en su superficie porosa. Si bien es efectivo hasta cierto punto, el carbón activado presenta limitaciones de costo y eficiencia.
Entra el polvo de hierro, o hierro de valencia cero a microescala (mZVI), una sustancia que ya se utiliza en el tratamiento de aguas residuales para otros contaminantes.
Curiosos sobre su potencial contra el PFOS, un equipo de investigación del Instituto de Tecnología Stevens dirigido por los profesores Xiaoguang Meng y Christos Christodoulatos, junto con el estudiante de doctorado Meng Ji, realizó una comparación detallada entre el polvo de hierro y el carbón activado .
Sus hallazgos fueron sorprendentes. El estudio concluyó que el polvo de hierro era 26 veces más eficaz que el carbón activado por unidad de superficie. Este nivel de rendimiento, sumado a su menor costo, posiciona al polvo de hierro como una alternativa atractiva para la purificación del agua.
Oxidado, pero aún reactivo.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue la durabilidad del rendimiento del polvo de hierro, incluso después de que comenzó a oxidarse.
Normalmente, la oxidación reduce la reactividad de los metales, pero en este caso, el hierro oxidado conservó e incluso pareció mejorar su capacidad para unirse a las moléculas de PFOS.
Este resultado inesperado sugiere que la superficie oxidada del hierro continúa contribuyendo a la eliminación de contaminantes, abriendo nuevas vías para la investigación y el desarrollo.
Allanando el camino para soluciones escalables
El equipo se prepara ahora para investigar más a fondo por qué el hierro oxidado sigue siendo tan eficaz. Su objetivo es traducir estos hallazgos de laboratorio en soluciones escalables y prácticas que podrían mejorar drásticamente el tratamiento del agua contaminada en las comunidades.
A medida que crece la urgencia de combatir la contaminación por PFAS, este descubrimiento podría marcar un cambio fundamental en las estrategias de tratamiento del agua .
Al aprovechar el poder del polvo de hierro, los investigadores pueden haber descubierto un método rentable y sólido para defender la salud pública contra una de las amenazas ambientales más persistentes de nuestro tiempo.
[Este contenido procede de Innovation News Network Lee el original aquí]