¿Por que a un vaso de vidrio le damos 5.000 usos y a una botella solo uno?

Pedro José García “Pedrola” es un hombre encantador que se dedica a la reutilización de botellas de vidrio desde hace más de 30 años. Bodeguero, embotellador y actualmente, dedicado de lleno al mundo de la reutilización. En su empresa se reutilizan unos 3 millones de botellas al año. Parecen muchas; pero se trata de un pequeño negocio porque según nos cuenta, cualquier empresa vidriera fabrica 4 millones de botellas al día.
Defensor a ultranza de la reutilización, nos asegura que “el vidrio se puede reutilizar tantas veces como se quiera. ¿Por qué a un vaso de vidrio en casa le damos 5.000 usos y a una botella de vidrio solo uno? Por marketing, porque solo nos gusta lo nuevo, lo bonito y no nos damos cuenta que cuando una botella se reutiliza, lo bonito está por dentro, en el bien ecológico”.
Pregunta: Bueno… Si no se reutiliza, que se recicle.¿no?
No, recicla quien no sabe reutilizar, o por intereses económicos. Pero romper el vidrio para volverlo a fundir es una barbaridad, nos ahorra el mineral, pero no el coste energético.
Explíquese…
Para fabricar una botella de vidrio necesitamos 1/2 kilo de arena (piedra de la que se obtiene el vidrio) o el vidrio fragmentado procedente del reciclaje. Y necesitamos fundirlo. Para fundir esa cerámica, necesitamos calentar los hornos a 1.600 grados. Así, para fundir ½ kilo de vidrio, necesitamos 125 gr. de petróleo con hornos muy sofisticados.
Una botella reutilizada, incluido el transporte de ir a recogerla (100 km) y entregarla (100km), más el coste de calentar el agua para su limpieza, utiliza unos 10 gr. de petróleo por botella.
Entonces ¿porque no se utilizan más botellas reutilizadas?
Porque impera lo bonito, solo nos gusta lo bonito, lo nuevo y la política de usar y tirar. También porque se exige mucho a la hora de presentar una botella, tiene que tener brillo, no estar rayada… y por último y muy importante, porque se han puesto todas las facilidades para reciclar con los contenedores de vidrio. Así nadie quiere guardar las botellas, lo más cómodo es tirarlas al contenedor.
Sin embargo, usted se dedica profesionalmente a la reutilización de botellas.
Sí, yo siempre he creído en esto y lo he convertido en mi forma de vivir. Empecé en el año 83 recogiendo botellas por la calle y yo las limpiaba. Era la época álgida de la reutilización. En 1978 compré una máquina lavadora y comencé a trabajar con botellas retornables estándar: 6 estrellas y bordelesa y hasta ahora.
¿Y lo ve como un negocio de futuro?¿Puede que volvamos al uso de botellas reutilizadas de forma más generalizada?
Es complicado, la reutilización cuenta con bastantes enemigos. En principio el acceso a las botellas. Nosotros las recogemos fundamentalmente de hostelería, pero el acceso a ellas es cada vez más complicado porque desde las autoridades se ha fomentado el reciclaje; y la hostelería tiene muy accesible el contenedor de reciclaje de vidrio. Así que lo tiran allí y listo.
Por otro lado, las vidrieras sacan muchos tipos de botellas nuevas para diferenciarse y para la reutilización es necesario que sean botellas estándar.
También está el tema de las etiquetas de las botellas, que utilizan unas colas que son muy difíciles de limpiar… y claro, todo esto dificulta nuestro trabajo.
La verdad que lo tiene complicado…
La reutilización debería ser una apuesta de las autoridades, si no es muy difícil. A lo mejor deberían colocar otro contenedor donde depositar las botellas sin que se rompan, para que después se puedan reutilizar.
La gente no se da cuenta de que al año una familia consume de media unas 20 botellas y esas 20 botellas se rompen en el contenedor, en el mejor de los casos. Por lo tanto, su botella entra en el proceso de picado 20 veces al año. ¿No sería mejor reutilizarla?
¿Alguna otra medida?
Si, Muy importante la concienciación. Concienciar al consumidor de que la belleza no está en el exterior, sino en el interior, en el producto y no importa que la botella no tenga tanto brillo o que esté un poco rayada. Se trata de ir cambiando poco a poco, a largo plazo. También se podría impulsar con premios en los concursos de vinos y por ejemplo, que se puntúe a quien utilice botellas reutilizadas. Se trata de ir realizando acciones que faciliten y muestren las ventajas de la reutilización.
Y desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a las autoridades para que promuevan la reutilización. Creo que hay campo para todos, para la reutilización y el reciclaje, pero así es muy difícil.
Las botellas reutilizadas del árbol de navidad de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona proceden de la empresa de Pedro García “Pedrola”. Son concretamente de tipo estandar, las llamadas bordelesas, que fueron diseñadas para ocupar poco espacio en las Bodegas y que son las que más habituales en la reutilización.