Presentadas más de 750 enmiendas a la futura Ley de Cambio Climático
El “interés” de los grupos por el proyecto de ley de cambio climático en trámite parlamentario ha motivado la presentación de 758 enmiendas para “mejorar” el texto inicial, con “el máximo consenso posible”, según el presidente de la Comisión de Transición Ecológica en el Congreso, Juantxo López de Uralde.
“La ley de cambio climático está despertando mucho interés, y eso es bueno”, ha asegurado hoy el diputado de Unidas Podemos, para argumentar el número tan elevado de enmiendas recibidas al articulado, y que “en algunos casos desborda el propio ámbito de la ley”, ha precisado. Tras sucesivos aplazamientos del plazo final para la presentación de enmiendas, como por otra parte, suele ser habitual en este tipo de procedimientos, el diputado ecologista ha explicado que el abultado número de alegaciones podría hacer algo más compleja la tramitación pudiéndose posponer algo las fechas inicialmente previstas para su aprobación.
Todavía es pronto para saber cuáles de las enmiendas registradas podrían salir adelante, y habrá que esperar a estudiar todas ellas para ver cuáles pueden ser aceptadas con el objetivo de mejorar el texto final de la ley, ha añadido. Pese a la actual situación económica por el coronavirus, no hay enmiendas que planteen rebajar sustancialmente la ambición climática, ha asegurado. En su opinión, es necesario seguir siendo ambiciosos en línea con los objetivos climáticos de la Unión Europea (UE), al tiempo que se considera la realidad industrial y económica del país.
Entre las enmiendas pactadas por Unidas Podemos y el grupo socialista al texto inicial del proyecto de ley están la prohibición de la minería del uranio, y varias para elevar la ambición climática con mayores reducciones de emisiones a las recogidas en el texto inicial de la futura norma e incrementar la participación de las renovables. Asimismo, el compromiso para una ley de movilidad sostenible, además de un artículo expresamente dedicado al fomento del transporte ferroviario, así como la introducción de la referencia al impacto de la dieta alimentaria sobre el cambio climático, o la protección de la biodiversidad.
El PNV propone, entre otras medidas, incluir en la futura ley principios como el de neutralidad tecnológica, sin cerrar la puerta a ciertas tecnologías para satisfacer las distintas necesidades energéticas, y el de transversalidad, porque el cambio climático afecta a prácticamente todas las áreas, y además deben considerarse los ámbitos competenciales en las propuestas.
Por su parte, el Grupo Popular insiste en la tecnología, entre otras muchas cuestiones, y plantea medidas como una estrategia digital para la descarbonización de la economía que el Gobierno habría de presentar en tres meses desde la aprobación de esta futura ley, que aborde entre otras cuestiones los retos y oportunidades que genera la incorporación de la tecnología digital al sector energético. Entre otras acciones, según el Grupo Popular, esta iniciativa debería generar plataformas colaborativas entre distintos sectores e industrias, con soluciones de aprendizaje automático, macrodatos, e inteligencia artificial para aumentar el potencial de la comunicación entre máquinas y el internet de las cosas para mejorar la cantidad y calidad de la información y su procesamiento para generar nuevo conocimiento en la lucha contra la crisis climática.
[Esta noticia fue publicada en EFE VERDE. Leer el original aquí]