Presión a los Gobiernos de la UE para lograr una recuperación verde
Las organizaciones de la sociedad civil europea están pidiendo a los gobiernos nacionales que presenten una propuesta ambiciosa para un fondo de recuperación verde, que proporcionaría la liquidez necesaria para reconstruir tras el COVID-19. La propuesta debería mejorar el texto presentado por la Comisión Europea el mes pasado, dijeron los grupos. En una carta enviada a los ministros de medio ambiente y energía hace unos días European Environmental Bureau (EEB), la mayor red de grupos verdes de Europa, destacó la necesidad de alinear la futura financiación con las medidas existentes previstas para hacer frente a la actual crisis climática y ambiental.
"Esta crisis ha demostrado la fragilidad de los procesos de toma de decisiones y los riesgos que plantea nuestro actual modelo económico para la salud y el medio ambiente", escribe Jeremy Wates, Secretario General de EEB. "Tenemos que invertir en la capacidad de recuperación de los ecosistemas, de los sistemas sociales, de la economía y de nuestras estructuras de gobierno para restablecer y reconciliar la existencia de la humanidad en la naturaleza", afirmó.
La petición se produce cuando los líderes de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud también se han manifestado en apoyo de una recuperación verde. "Pandemias como el coronavirus son el resultado de la destrucción de la naturaleza por parte de la humanidad, y el mundo ha estado ignorando esta cruda realidad durante décadas", aseguraron las instituciones la semana pasada.
Los ministros de Medio Ambiente se reunirán por medio de una conferencia telefónica para discutir una serie de cuestiones relacionadas con la respuesta de Europa a la crisis de COVID-19. Se espera que la convocatoria incluya un debate sobre una propuesta presentada el mes pasado por la Comisión Europea para una recuperación verde y un nuevo presupuesto de la UE, que asignará fondos a los Estados miembros para los próximos siete años a partir de 2021.
La EEB ha acogido con cautela la propuesta de la Comisión, aclamándola como "un gran paso para demostrar solidaridad y trazar un camino a seguir e invertir tanto en la recuperación como en la resistencia de la UE". Sin embargo, como muchas otras ONG, la EEB advirtió que el texto no es lo suficientemente ambicioso en los compromisos más específicos que hacen operativa la visión positiva general, y no evita que la financiación de la UE se gaste de forma que vaya directamente en contra de los principios de sostenibilidad. Entre las cuestiones controvertidas que los grupos verdes esperan que aborden los gobiernos nacionales se incluyen:
- Los planes para seguir financiando la infraestructura de gas fósil que entran en conflicto con los compromisos acordados en el marco del Acuerdo de París.
- La falta de asignación explícita de fondos de la UE a la inversión directa en la naturaleza, con la excepción del compromiso de movilizar 10.000 millones de euros durante 10 años.
- Planes para continuar y quizás incluso aumentar la financiación de la agricultura intensiva e insostenible.
Una evaluación más detallada está disponible en la carta que la EEB envió a los ministros en nombre de esta red. Los jefes de estado deben discutir la propuesta en julio. Una vez que los gobiernos alcancen una posición común, comenzarán las negociaciones a tres bandas con la Comisión y el Parlamento antes de que se acuerde un compromiso a finales de año. Diecinueve gobiernos (Incluidos los llamados "Cuatro Frugales" de Austria, Dinamarca, los Países Bajos y Suecia) han respaldado una declaración que pide que el Acuerdo Verde Europeo se convierta en un elemento central de los planes de recuperación del COVID-19 de la UE.