El director general de la Agencia de Gestión de Residuos Radiactivos de Holanda (COVRA), Hans Codée, ha propuesto este miércoles en Santander un almacén europeo de residuos radiactivos con forma de tulipán que esté situada en las islas subterráneas del Mar del Norte porque opina que "es una vergüenza" tener 28 almacenes distintos en la Unión Europea, uno en cada país miembro.

A su juicio, conseguirlo daría "prestigio" a Europa, por lo que pide que se trabaje de forma conjunta para "encontrar el lugar adecuado y garantizar el almacenamiento temporal", debido a que "hay países con poco material radiactivo y el precio por unidad es caro", por lo que ha abogado por "soluciones compartidas".

En una mesa redonda con motivo del encuentro 'El Almacén Temporal Centralizado. Un proyecto de Estado', que se celebra hasta el viernes durante los Cursos Avanzados de Verano 2014 de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Codée también ha señalado como un reto de futuro la cooperación internacional en ámbitos como "el enriquecimiento de uranio, la producción de electricidad o la fabricación de combustible".

Por su parte, el jefe del Departamento de Ingeniería de suelos e I+D de Enresa --encargada del almacén temporal centralizado que se instalará en Villar de Cañas (Cuenca)--, Julio Astudillo, ha comentado que esta opción de un almacén territorial "es viable" para los pequeños países, pero es "pesimista" sobre la posición de países grandes.

Mientras, el presidente de (UNESA) y moderador de la mesa redonda, José Luis González Martínez, ha recordado que la normativa actual europea "exige que cada país resuelva la gestión de sus propios residuos".

Igualmente ha alertado de que el almacenamiento del combustible gastado en el proceso nuclear en un solo lugar "es un riesgo", por lo que destaca que "lo importante es que hay soluciones actuales para el almacenamiento del combustible de media y alta radiactividad".

En su turno de palabra, el catedrático de Ingeniería Nuclear de la Universidad del País Vasco, Fernando Legarda, ha dicho que "la Historia pone de manifiesto que los seres humanos no son "fiables" y ha recordado que el almacenamiento de este tipo de material "es un tema muy controvertido".

LA MONITORIZACIÓN Y LAS GENERACIONES FUTURAS

En cuanto a la monitorización de este tipo de almacenes, Codée ha valorado que no se puede saber lo que harán las generaciones futuras, al tiempo que ha defendido que el repositorio "debería funcionar al margen de los controles de la sociedad y de la monitorización".

"Tenemos que evitar preocuparnos, pero no debemos ser tan estúpidos como para creer que lo podemos controlar todo. Por eso es muy importante transmitir la información y el conocimiento a las futuras generaciones", ha declarado Codée, que ha precisado que Holanda genera "un 30% de la producción mundial de uranio enriquecido y un 60% de la producción europea".

A este respecto, Astudillo ha aclarado que la monitorización de los ATC "va a ser durante el periodo operacional y un tiempo después de su clausura, unos 300 años".

Sobre la importancia de la transmisión de los conocimientos tecnológicos actuales a las futuras generaciones, que ha puesto de relieve Astudillo, Legarda ha comentado que los estudios universitarios sobre esta materia "han pasado por un valle en los últimos años debido a una falta de vocación, pero el interés está creciendo". "Podríamos estar hablando de brotes verdes", ha apostillado.