Transformando residuos vegetales en antioxidantes para conservar alimentos
El proyecto AGRI-RESVAL propone el empleo de residuos agrícolas como fuente de nuevos compuestos antioxidantes (AOs) naturales, para su empleo como inhibidores de la oxidación lipídica de productos pesqueros, a fin de preservar su calidad alimentaria, sus propiedades organolépticas y prolongar su vida útil, respondiendo al reto de implementar la economía circular en el sector agroalimentario.
En esta entrevista, Samuel López Novoa, responsable de I+D en Néboda Farms, entidad que forma parte del proyecto relata cómo se llevará a cabo la investigación, cuáles son los objetivos principales y qué beneficios incorporará a la pesca.
– ¿Cuáles son los principales objetivos del proyecto AGRI-RESVAL?
Galicia es una región que históricamente ha tenido un gran peso en los sectores agrícola y pesquero, y que continúa siendo un referente en estas industrias. Los objetivos de este proyecto se enmarcan ambos sectores. Por un lado, se reducirán los residuos derivados de la agricultura vertical, donde en una superficie muy acotada se lleva a cabo una producción por unidad de superficie 50 veces mayor a la agricultura en campo abierto. Esta elevada productividad supone también un gran volumen de desechos que se deben gestionar de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente, y estamos seguros de que este proyecto lo hará posible.
Por ello, como parte del segundo objetivo, estos residuos serán una fuente de antioxidantes naturales para la industria pesquera. Concretamente, se obtendrán múltiples extractos bajo diferentes condiciones de cultivo, extracción y matrices, que se aplicarán a langostinos. Con esta aplicación se busca sustituir los antioxidantes sintéticos por estos antioxidantes naturales, reduciendo las pérdidas de hasta un 30 % en la producción del langostino debido a los procesos de oxidación lipídica.
Así, ambos objetivos se complementan a la perfección. Mientras que el sector agrícola consigue gestionar eficientemente sus residuos, el sector pesquero mejora su proceso de conservación.
– Se trabajará con residuos de agricultura vertical. ¿Con qué tipo de residuos?
La fuente de los residuos será el cultivo de albahaca, dado que es el principal producto de Néboda. Se trabajará tanto con la parte aérea como con la raíz. Se hará especial hincapié en la raíz debido a que es la parte no comercializable, mientras que los residuos derivados de la parte aérea son más excepcionales debido al bajo desperdicio que se genera en agricultura vertical.
Aunque a priori pueda parecer que la parte radicular no es interesante en cuanto a su concentración de compuestos antioxidantes, lo cierto es que en nuestros ensayos preliminares hemos visto que, en líneas generales, las concentraciones son un 50 % más bajas, lo cual sigue siendo un valor muy alto, y más si tenemos en cuenta que es una materia que acabaría desperdiciándose.
– ¿Cuándo tiene que estar finalizado el proyecto?
El proyecto termina a finales de 2026, concretamente en octubre. Para esa fecha, el consorcio debe haber diseñado y obtenido una gama de productos antioxidantes y haber sido aplicados al langostino, con su consecuente análisis de resultados y conclusión acerca de qué productos consiguen una mayor eficacia de cara a evitar la oxidación lipídica. Sin embargo, este proyecto nos servirá como prueba de concepto para desarrollar los primeros productos y posteriormente ir más allá y aplicar estas fórmulas a otras matrices alimentarias.
[Este contenido procede de Campo Galego Lee el original aquí]